La muerte de un bebé recién nacido en el Hospital San Pablo de Asunción, generó una gran conmoción y controversia en la opinión pública, especialmente luego de que el padre del menor presentara una denuncia ante la Fiscalía, alegando que hubo negligencia médica en la atención recibida.
El padre acusa que el hospital no atendió oportunamente a la madre, de 42 años y con un embarazo de 35 semanas, cuando llegó durante la madrugada del pasado martes, lo que habría influido en la salud del bebé.
Él relata que la mujer arribó alrededor de las 3 de la madrugada, pero el personal no la atendió sino hasta el mediodía del día siguiente, cuando ya presentaba síntomas de parto avanzado.
Titular del Hospital San Pablo explica el caso
Sobre el caso, el director del Hospital San Pablo, Dr. Vicente Acuña, expresó en la 680 AM, algunos detalles de lo ocurrido, manifestando que la madre recibió la atención médica adecuada y no existió retraso en el proceso.
Acuña explicó que, aunque la paciente llegó sin cita a un consultorio común, el personal la derivó inmediatamente a la urgencia, donde los médicos le brindaron la atención necesaria.
Señaló que, a las 8 de la mañana, se abrió el partograma, el proceso de monitoreo del parto, y que el bebé nació a las 2 de la tarde, en un estado clínico que inicialmente parecía aceptable, con un Apgar de 6/8, lo que indicaba que no hubo complicaciones graves en ese momento.
Atención del recién nacido
El Dr. Acuña detalló que los neonatólogos atendieron de inmediato al bebé y que, en los días posteriores al parto, este comenzó a desarrollar hipertensión pulmonar, una complicación común en los bebés prematuros, que afecta el funcionamiento de los pulmones y dificulta la respiración.
Los médicos realizaron esfuerzos para estabilizar al recién nacido, pero su condición se agravó, lo que llevó a que el equipo lo intubara y lo colocara en terapia intensiva, hasta que finalmente confirmó su fallecimiento el sábado siguiente, cuatro días después de su nacimiento.
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Justificación del caso
Sobre la denuncia de que la atención tardó demasiado, el director del hospital aclaró que la paciente estuvo en todo momento bajo vigilancia médica desde las 8 de la mañana, y que el bebé nació seis horas después sin complicaciones inmediatas.
Acuña afirmó que la acusación de un retraso significativo no tenía fundamento, ya que el personal atendió a la mujer desde su ingreso, de acuerdo con su estado de salud, y no registró fallos en los procedimientos médicos.
«La atención que se brindó fue la adecuada, independientemente de que haya sido en la urgencia o en el consultorio común. La madre estuvo bajo observación continua», manifestó.
Acuña explicó que la supuesta falta de una cita no era relevante, ya que el personal atendió a la mujer inmediatamente al llegar, independientemente de si tenía o no un turno agendado.
El director afirmó que este tipo de situaciones son comunes en hospitales de alta demanda, y destacó que lo esencial es que el personal proporcionara la atención a tiempo, lo cual, según su versión, ocurrió en este caso. El bebé, de 35 semanas de gestación, estuvo bien atendido hasta que su condición empeoró debido a su prematuridad, un hecho que escapa del control médico en algunos casos.
Familia busca respuesta
La muerte del bebé dejó un profundo dolor en la familia, que busca respuestas sobre lo ocurrido. El hospital, en tanto, se comprometió a realizar una evaluación exhaustiva del caso, convocando a todos los profesionales que intervinieron en el proceso para determinar si hubo algo que se pudo haber hecho mejor.
Según Acuña, los informes médicos y las evaluaciones de los especialistas no muestran irregularidades en la atención y confirmaron que la hipertensión pulmonar es una complicación frecuente en bebés nacidos prematuramente.
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Fiscalía sigue el caso
Finalmente, el Ministerio Público ya está al tanto del caso, y la Fiscalía tiene en sus manos todos los antecedentes clínicos y el seguimiento realizado por el equipo médico del Hospital San Pablo.
La investigación se centrará en determinar si hubo algún tipo de negligencia o fallo en el proceso, aunque hasta el momento el hospital defiende que el fallecimiento fue producto de complicaciones inherentes a la prematuridad del bebé. La familia, por su parte, espera que se hagan las investigaciones pertinentes para esclarecer lo sucedido.
La situación provocó un debate sobre los procedimientos médicos en casos de partos prematuros y la importancia de garantizar que los hospitales cuenten con los recursos adecuados para enfrentar estos complicados casos. Mientras tanto, el hospital continuará colaborando con las autoridades en la investigación y reiteró su compromiso con la calidad de la atención médica.
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