En el Instituto Nacional de Cardiología, Hospital San Jorge, se realizó un complejo transplante, el número 22 del año, brindando una nueva oportunidad de disfrutar la vida para un joven de 21 años que enfrentaba la etapa terminal de una cardiopatía congénita. Este procedimiento fue titánico y comenzó el 23 de diciembre para finalmente convertirse en un verdadero regalo de Navidad para el paciente y su familia.
El órgano fue donado por un héroe anónimo de Itapúa, cuya familia mostró un acto de amor y solidaridad al autorizar la donación de órganos, entre ellas un corazón compatible . Tras la aprobación en un verdadero gesto de amor, se activó un complejo operativo que incluyó la coordinación entre diversas instituciones, como el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), la VII Región Sanitaria, la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC), la Patrulla Caminera y la Policía Nacional que en coordinación trasladaron corazón a su nuevo destinatario.
El factor tiempo requirió que el trasladado fuera vía aérea desde el aeropuerto Municipal de Encarnación hasta la capital, con apoyo terrestre para garantizar que llegara a tiempo y en perfectas condiciones.
Una cirugía que devolvió la vida en Navidad
Ya en la sala de cirugías, el proceso estuvo a cargo del equipo médico del Instituto Nacional de Cardiología, liderado por el doctor Marcos Melgarejo, reafirmando el compromiso de este centro en la atención de alta complejidad. Desde Encarnación, el director de la VII Región Sanitaria, doctor Juan María Martínez, junto con los doctores Jorge Ayala y Rubén Darío Román, supervisaron el operativo de traslado, destacando la colaboración institucional que hizo posible este procedimiento.
Este trasplante no solo simboliza un avance en la medicina paraguaya, sino también un acto de heroísmo que enaltece el espíritu solidario de nuestra sociedad. El gesto de la familia del donante permitió que el joven trasplantado reciba una nueva oportunidad de vida en vísperas de la Nochebuena, marcando un hecho que inspira esperanza y gratitud.
Las próximas horas van a ser cruciales para ver como el paciente trasplantado reacciona al nuevo tejido trasplantado y la evolución a horas después de la Navidad serán importantes para el resto de su vida.
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