Tras la asunción de Javier Milei como presidente de la Argentina, el mandatario paraguayo Santiago Peña bajó el tono con Argentina, pero los problemas por el peaje en la hidrovía y la cuestión de Yacyreta, no desaparecieron. En el gobierno argentino están convencidos de que exagera. “Paraguay mete ruido porque no quiere pagar peaje de la hidrovía”, afirman en el Gobierno del vecino país.
El gobierno paraguayo apenas esconde su enojo con Argentina por el retraso en los desembolsos para Yacyretá. Pero esta vez fue el propio Santiago Peña el que dejó ver el malestar por el «esfuerzo sobrehumano» de Paraguay en la administración de la binacional. «Argentina está realmente transfiriendo muy poco de lo que debe al Tesoro paraguayo y también a la EBY, que tiene que enfrentar los costos operativos», se quejó el presidente.
Las autoridades paraguayas culparon incluso a los argentinos por la falta de fondos para pagar a término los sueldos de los más de 1.800 trabajadores de Yacyretá a principios de este mes. En Asunción, los funcionarios de la binacional comenzaron a hablar abiertamente de inestabilidad financiera, y Luis Benítez, director paraguayo de la hidroeléctrica, dijo que sin recursos suficientes para cumplir con los proveedores, la alternativa pasaba por pedir crédito.
Pero en el gobierno de Javier Milei están convencidos de que Paraguay exagera -como lo hizo durante la gestión de Sergio Massa, cuando Peña amagó con dejar de venderle a Argentina la energía paraguaya que produce y no usa- porque hay otro interés detrás: el cobro del peaje en la hidrovía Paraná-Paraguay.
Refinanciamiento
En rigor, Argentina tiene que pagarle todos los meses a Paraguay por ese excedente energético que su vecino no consume y le vende, algo que no ocurre, y lo que derivó en un stock de deuda acumulada que Flavia Royon, la exsecretaria argentina de Energía, refinanció en tres cuotas. Pero la intención de los funcionarios argentinos es renegociar el precio de la energía que le compra a Paraguay.
«Solo se pagaron dos de las tres cuotas del refinanciamiento. No vamos a pagar nada más hasta que no esté el cálculo integral histórico. Estamos negociando todo. Paraguay mete ruido porque no quiere pagar peaje de la hidrovía», aseguró al portal digital La Política OnLine, una fuente del gobierno argentino. Argentina quiere meter en la discusión con su socio de Yacyretá la deuda que no se le reconoció por la construcción de la represa hace 30 años.
Tras la asunción de Milei, Peña bajó el tono con Argentina, pero los problemas no desaparecieron. Su gobierno reconoció que las embarcaciones paraguayas debían pagar si querían pasar por la hidrovía, aunque busca llevar el debate a un nivel «multilateral», es decir, donde los cinco países de la hidrovía -Brasil, Bolivia y Uruguay, además de Argentina y Paraguay- decidan el monto de la tarifa.
Paraguay debe pagar peaje en la hidrovía
El gobierno de Milei no se cerró a esa opción, pero como le dijo Diana Mondino, «Paraguay tiene que pagar por el servicio. Hay que redefinir toda la hidrovía. No puede ser una cosa unilateral, como planteó Argentina en su momento. Pero no cabe duda de que Paraguay tiene que pagar», aseguró durante la cumbre de canciller del Mercosur en Asunción a finales de enero.
Pero Peña nunca escondió su intención de revertir el cobro del peaje. En septiembre, en plena pulseada con Sergio Massa, el presidente llegó a cortar el suministro de la energía paraguaya de Yacyretá a la Argentina, que comenzó a reforzar los controles a los convoyes paraguayos que transitaban por la vía fluvial. Pero Argentina no cedió y a Paraguay se le hizo demasiado costoso mantener la represalia contra su socio de la binacional.
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El principal problema para los socios de Yacyretá son las deudas y créditos cruzados entre la ANDE y Energía Argentina SA y, a su vez, lo que deben ambas empresas a la EBY. La gestión de Fernando De Vido, antecesor de Alfonso Peña- hombre de Mauricio Macri en la entidad-, le había reprochado a Paraguay no haber pagado al Estado argentino la deuda de 14 mil millones dólares por la construcción de la represa y que Macri intentó condonar con su entonces par y amigo Horacio Cartes. Este acuerdo (Cartes-Macri) había quedado en la nada, porque nunca fue refrendado por el Congreso argentino.