Los presos estarán obligados a trabajar y el fruto de trabajo servirá para su sustento y, además, ellos podrán ganar dinero. Y si es un buen trabajador, su buena conducta puede ayudarlo a reducir su condena. Así establece un proyecto de ley de reforma penitenciaria presentado por el senador, Enrique Salyn Buzarquis.
Según el documento, para empezar, se clasificarán a los presos según su formación o preparación en algún oficio. Y según su formación se les darán ciertas actividades. Los criminales de alta peligrosidad estarán en pabellones especiales y todos deberán costear su manutención diaria.
Al ingresar, se registrará su grado académico, oficio o profesión, aparte de lo que contiene su expediente como la acusación por el cual está preso o el tipo penal por el cual está condenado. Según su grado académico o instrucción se le dará el trabajo que debe hacer. El pago será su alimentación y sustento; también puede ser dinero en efectivo para su ahorro.
Entre los oficios, el proyecto menciona que pueden ser la fabricación de sillas, mesas, calzados, detergentes, uniformes o cualquier otro elemento que puede ser útil para la cárcel. El control de todos los trabajos estarán a cargo del Poder Judicial y del Ministerio de Justicia.