El operativo internacional, realizado por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Policía Federal del Brasil, llamado Nueva Alianza XLIII, cerró con miles de kilos de marihuana y campamentos destruidos en coordinación con el Ministerio Público. La participación de un equipo de la Federal brasileña, con un helicóptero, permitió llegar a más sitios en el departamento de Amambay.
En esta edición 43 de Nueva Alianza, el cual duró 10 días, se realizaron incursiones en zonas boscosos de Amambay, donde se detectaron centros de producción clandestinos de marihuana. El resumen habla de 108 campamentos destruidos, dentro de estos detectaron 46 mil kilos de marihuana procesada, 580 kilos de semilla de la hierba, para realizar la rotación de cultivos en el terreno.
Todo lo incautado fue incinerado por orden del Ministerio Público y para que se dimensione mejor, las acciones realizadas en el norte del país, son equivalentes a quemar la dimensión de cuatro parques Ñú Guasu juntos ya que los cultivos tenían un potencial de producción de cerca 777 toneladas.
Este operativo dejó un golpe económico a las estructuras criminales de aproximadamente 24,6 Millones de Dólares, solamente en base al precio de la droga en nuestro país. De haber ingresado al Brasil, las ganancias superarían los 120 Millones de Dólares.
Finalmente destacaron que cada hectárea de cultivo de marihuana, representa miles de árboles nativos que fueron deforestados por las estructuras criminales. Por ello, una vez terminadas las incursiones de erradicación, técnicos en Desarrollo Alternativo, proceden a la siembra de semillas de árboles nativos proveídas por el Instituto Forestal Nacional (Infona), para restaurar los bosques afectados por la actividad criminal.