La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), así como la Fundación Moisés Bertoni, siguen desmantelando plantaciones y campamentos de narcos en áreas protegidas. Una buena parte de lo destruido, estaba dentro de la Reserva Natural del Bosque Mbaracayú, en el departamento de Canindeyú. Hasta esta parte del país fue un contingente grande de agentes especiales y Fuerzas de Élite de la institución antidrogas, para acabar con la producción de quienes usan estos santuarios como tierra de cultivo de especies ilegales.
En esta área se quemaron 4 campamentos y aproximadamente 25 hectáreas de plantaciones de cannabis en avanzado estado, con lo que el golpe dejará fuera de circulación a aproximadamente 75 toneladas de la droga en el mercado.
Lastimosamente, las reservas se convirtieron en tierra de nadie y mejor aprovechado por organizaciones criminales que llegan a ingresar, destruyendo las especies allí resguardadas para la plantación ilegal y sin control de la popular marihuana. Para desalentar el ingreso, constantemente se realizan este tipo de incursiones a la zona de influencia de los grupos criminales que buscan aprovecharse de las reservas ecológicas para financiar al crimen organizado.
