Sobre el caso del asesinato de un barra brava identificado como Ángel Enrique Lemos Valdés, alias «Quique», de 33 años, quien fuera asesinado de tres disparos en plena vía pública en Villa Elisa, en lo que se presume fue un enfrentamiento entre facciones de hinchas.
El hecho ocurrió frente a una vivienda donde la víctima se encontraba junto con otros dos jóvenes identificados como seguidores del Club Olimpia.
Antecedentes del caso asesinato del barra brava
Según las imágenes obtenidas en la investigación, un automóvil llegó al lugar y de él descendieron dos individuos armados que abrieron fuego directamente contra los jóvenes sin advertencia previa, matando al barra brava.
En el ataque, «Quique» recibió los impactos que le costaron la vida en el acto, mientras que los otros dos presentes lograron sobrevivir. Los atacantes huyeron rápidamente en el mismo vehículo en el que llegaron, dejando una escena de terror y desconcierto.
Las autoridades desplegaron un operativo de búsqueda y, tras varias diligencias, lograron identificar el vehículo utilizado en el homicidio. Esto permitió la detención de Junior Alejandro Escurra Orué, en un procedimiento llevado a cabo en la ciudad de Hernandarias, departamento de Alto Paraná.
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Detención y declaraciones del sospechoso
El comisario Hugo Velázquez, responsable de la investigación, detalló que Escurra Orué fue identificado como parte del grupo que perpetró el crimen, aunque aclaró que el detenido no habría disparado contra la víctima. Su testimonio y el de otro detenido, Elías Paredes, fueron clave para identificar a los dos individuos que ejecutaron los disparos, quienes aún permanecen prófugos.
Durante su declaración ante las autoridades, Escurra Orué reconoció haber estado presente en el lugar del crimen, pero negó haber participado en el asesinato. Aseguró que el motivo del ataque fue la disputa por una bandera de facción, un elemento que dentro de las barras bravas suele tener un valor simbólico importante.
«No queríamos matarlo, solo recuperar la bandera que nos habían quitado hace un año», expresó.
Sin embargo, la versión del acusado no coincide completamente con la de otros implicados. Fuentes policiales señalan que el ataque podría haber estado motivado por conflictos internos dentro de los grupos de hinchas, más allá de la supuesta disputa por un estandarte. El caso sigue abierto mientras la policía trabaja en la captura de los autores materiales del asesinato.
Un problema recurrente en el fútbol paraguayo
El homicidio de «Quique» es uno de los tantos hechos de violencia en el ámbito que empaña al fútbol nacional, un problema que ha ido en aumento en los últimos años y que tiene su raíz en la rivalidad extrema entre hinchas organizados.
Las barras bravas han protagonizado numerosos episodios de enfrentamientos, agresiones y crímenes, con saldos trágicos como ocurrió en aquella madrugada.
Las autoridades insisten en la necesidad de endurecer las medidas de seguridad en torno a las barras organizadas y sus actividades, para evitar que este tipo de hechos continúe cobrándose víctimas.
Las investigaciones siguen su curso y se espera que en los próximos días puedan capturar a los dos atacantes restantes para esclarecer por completo el crimen y llevar a los responsables ante la justicia.
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