En un hecho ocurrido en Luque, las autoridades encontraron muertos a dos hombres en el barrio Molino, víctimas de presuntas somnileras, en inmediaciones del Colegio de Policía. Los cuerpos de Ricardo Darío Redes Román (41) y Rubén Antonio Torres (57) fueron hallados el domingo por la tarde en una vivienda ubicada en las calles Laureles y Guyra Campana.
Redes Román se desempeñaba como profesor de una escuela primaria, en tanto Torres era funcionario del Banco Nacional de Fomento. Ambos fueron hallados muertos y la autopsia reveló que fueron intoxicados.
El comisario Hugo Grance, jefe de Investigación de Hechos Punibles del Departamento Central, señaló que de acuerdo a las investigaciones preliminares Redes y Torres habrían conocido a las sospechosas, Silvia Inés López Cáceres, de 41 años, y una menor de 17 años, horas antes en una cancha de fútbol cercana al lugar donde fueron hallados los cuerpos.
Según Grance, los hombres, que estaban consumiendo bebidas alcohólicas, invitaron a las mujeres a la vivienda donde posteriormente se produjo el fatal desenlace. La hipótesis preliminar sugiere que las mujeres podrían haber administrado alguna sustancia tóxica a las víctimas, lo que habría provocado su muerte, antes de sustraerles varios objetos de valor.
Durante el procedimiento policial, los agentes aprehendieron a Jesús Rafael Cáceres Talavera (39), un conductor de plataforma, y a las dos mujeres a quienes se les imputa una presunta participación en el crimen. En la escena se incautaron un teléfono celular y el vehículo utilizado por Cáceres para sus servicios como chofer de plataformas, que habría servido para el traslado de las mujeres tras el presunto robo.
El comisario Grance señaló que contactaron al conductor de la plataforma para facilitar la huida de las sospechosas con los objetos sustraídos. Las investigaciones en curso incluyen el análisis de la sustancia tóxica que se presume suministraron a las víctimas, así como la reconstrucción de los eventos previos a la muerte de Redes y Torres.
Con el hecho, vuelve un conocido modo de operación que son las famosas somnileras, en la que los delincuentes habrían aprovechado un encuentro fortuito y el consumo de alcohol de sus víctimas para perpetrar el crimen. La Policía avanza en la recopilación de pruebas y declaraciones para esclarecer el móvil y los detalles exactos del hecho, en tanto que los sospechosos aguardan el desarrollo del proceso judicial.
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