Lo que todo comenzó como un partido más en el barrio San Pablo en Asunción acabó en tragedia ayer domingo. Era una tarde calurosa, perfecta para un partido amistoso entre los equipos inferiores del Boquerón de barrio San Pablo y Nacional de San Bernardino. A primera vista, parecía un encuentro más entre adolescentes apasionados por el fútbol. Sin embargo, aquella jornada marcaría una tragedia irreparable en su propio debut.
Ismael, de 15 años, era una joven promesa de las formativas del Club Nacional. Su entusiasmo por el fútbol lo había llevado a participar en su primer partido oficial. Salió con orgullo y nerviosismo, emocionado por entrar en acción. Pero lo que comenzó como una tarde deportiva llena de expectativas, se tornó en una pesadilla que nadie podía prever.
El partido avanzaba de manera intensa. Ambos equipos luchaban por imponerse en el marcador, pero la competitividad se fue transformando en tensión. En un momento del encuentro, tras una disputa por el balón, estalló una pelea entre varios jugadores. Lo que era una gresca menor pronto escaló en violencia. Empujones, insultos y golpes rompieron la atmósfera de juego limpio.
En medio del caos, Ismael recibió un golpe brutal en la cabeza que lo hizo caer al suelo. La conmoción se apoderó de los jugadores y del público. Mientras algunos trataban de calmar la situación, otros seguían discutiendo. El árbitro suspendió el partido, pero para Ismael, ya era demasiado tarde. Inconsciente en el césped, fue trasladado de urgencia al hospital San Pablo y de allí derivado al Hospital del Trauma.
Comunicado del Club Nacional de San Bernardino
Horas después, la noticia sacudió a todos: Ismael, quien llegó con orgullo para representar al club de la ciudad cordillerana, había fallecido a causa del traumatismo. El joven que soñaba con una carrera en el fútbol perdió la vida en una cancha.
El Club Nacional de San Bernardino emitió un comunicado oficial el mismo día, expresando su dolor por la tragedia:
«Con gran tristeza, el Club Nacional FC lamenta profundamente el fallecimiento de nuestro joven jugador, Ismael Domínguez, militante de las formativas del club. En el día de hoy, nos hemos visto golpeados por una tragedia inaceptable que ha arrebatado la vida de un talento prometedor y, por sobre todo, un ser humano querido por todos. Reiteramos nuestro compromiso con la erradicación de la violencia en el deporte y en la sociedad. En honor a Ismael, trabajaremos incansablemente para promover un entorno de respeto y seguridad para todos los jugadores y aficionados».
La noticia conmovió a toda la comunidad de San Bernardino y más allá. Los testigos del incidente señalaron que el golpe fatal habría provenido de un jugador del equipo Boquerón, también adolescente. Las imágenes de la gresca mostraban claramente el momento de la agresión.
A disposición de la Fiscalía
El joven involucrado, junto a sus padres, decidió entregarse voluntariamente a las autoridades para enfrentar las consecuencias de lo sucedido.
Nadie había imaginado que el partido terminaría así, y menos que una pelea descontrolada se cobraría la vida de un jugador.
Queda ahora en manos del Ministerio Público ver qué hacer sobre este lamentable suceso. El ambiente deportivo estaba marcado por la tristeza, pero también por el enojo y la incomprensión. La violencia había empañado lo que debía ser una celebración del fútbol juvenil.
Sin lugar a dudas, y por el relato del comunicado oficial, su muerte se convirtió en un símbolo para quienes luchan por un fútbol sin violencia, donde el respeto y la seguridad prevalezcan siempre.