En una operación sin precedentes, el Operativo Dulzura, liderado por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), estableció un récord histórico en la incautación de cocaína en Paraguay, con un total preliminar de 4.013 kilos. El anuncio fue realizado por el ministro de la Senad, Jalil Rachid, y el titular de la DNIT, Óscar Orué, en una conferencia de prensa la mañana del martes.
Desde la base de la Senad, Rachid calificó el procedimiento como «histórico», destacando que los resultados podrían aumentar, ya que aún faltan por revisar tres contenedores. «Este es un récord histórico para el país, y estamos anticipando que la cantidad final podría ser mayor», afirmó Rachid, subrayando la magnitud del hallazgo.
Por su parte, Óscar Orué explicó que el éxito del operativo se debió a una colaboración estrecha entre diversas instituciones estatales, que mediante inteligencia y métodos de control lograron identificar el esquema de tráfico. «Se trata de un trabajo coordinado y sigiloso que nos permitió detectar el envío de bolsas de azúcar mimetizadas con cocaína pura«, detalló Orué.
La carga incautada, que hasta el momento contabiliza oficialmente 4.013 kilos de cocaína, estaba lista para continuar su ruta desde el puerto de Caacupemí hacia el puerto de Amberes, Bélgica. Gracias a la intervención oportuna basada en informes de inteligencia precisos, se logró evitar que esta megacarga llegara a Europa.
El Fiscal General del Estado, Emiliano Rolón, también estuvo presente en el puerto de Caacupemí para apoyar a los agentes fiscales y garantizar la transparencia del procedimiento. Las autoridades continuarán este martes con el pesaje de los restantes contenedores para determinar si contienen más cocaína, consolidando así el alcance total de la incautación.
Orué reiteró que este golpe al narcotráfico es resultado de los esfuerzos coordinados entre la Senad y la DNIT, y enfatizó la importancia de fortalecer otras instituciones para mejorar la trazabilidad y evitar que Paraguay se convierta en un país de tránsito para drogas, especialmente cocaína.
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