La Secretaría Nacional Antidrogas destruyó con explosivos al menos 15 pistas clandestinas en el Parque Paso Bravo del departamento de Concepción, como parte de la Operación Bravo I. Esta operación contó con el apoyo de la Dirección Nacional de Material Bélico (Dimabel), la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).
Según los intervinientes, en los últimos años, este parque nacional en la frontera Norte con Brasil ha servido como un «aeropuerto» del crimen organizado, con múltiples pistas utilizadas por aviones de pequeño tamaño, adaptados para despegar y aterrizar rápidamente en pistas cortas.
Ya al inicio del operativo, se procedió a la destrucción de las primeras dos pistas clandestinas que, gracias al uso de explosivos controlados por técnicos de la Dimabel, pudieron inutilizar los primeros puntos donde bajaban, cargaban o descargaban los aviones ligeros, y podían rápidamente remontar vuelos con destino al Brasil, volando por debajo de los límites de los radares.
Resultado del operativo
En el sitio, encontraron y erradicaron al menos 6 hectáreas de cultivos de marihuana y se llegaron a desmantelar al menos dos campamentos narcos muy precarios. Un grupo de reconocimiento de la Senad, luego de una inspección por la zona, pudo incautar bidones con combustible de aviones además de indicios de operaciones ilícitas en el lugar.
Esta zona se considera un punto estratégico en el tráfico de drogas, debido a su proximidad con la frontera Norte del país. Se utiliza para la logística y el tráfico de cargas que provienen de Bolivia, pasan en tránsito por Paraguay, y luego continúan su ruta hacia el Brasil, que está muy cercano en dirección Norte.
En la primera etapa de la operación, se alzaron con 800 kilos de cocaína y 2 aeronaves, La persistencia de las organizaciones dedicadas al tráfico ilegal, hacen que constantemente vuelvan a la zona a operar de forma ilegal, utilizando el parque incluso como punto de producción de marihuana, como lo constaron los agentes de la Senad.
