Este fin de semana se realizó una exhibición aérea al público en la Base Ñu Guasu de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), en medio de una gran falta de equipos que aseguren nuestra soberanía. Con una pequeña flota de cazas turbo hélices, helicópteros antiguos donados y sin radares, el arma aérea se prepara para cumplir 100 años al servicio de la patria.
La fecha exacta que marca el centenario de la FAP será el próximo 22 de febrero, pero hasta entonces, en la base aérea de Luque ya se vive un ambiente de festejo y prueba de ello fue la realización de una exhibición abierta al público que se realizó este último fin de semana en la base aérea ubicada a la entrada de la ciudad de Luque.
Es lo que hay
Allí, mostraron lo último que queda como herramienta de defensa de la soberanía aérea del país. Una flota conformada por antiguos helicópteros Bell UH1H, algunos donados por Taiwán en la presente administración y vetustos cazas turbo hélice Embraer AT-27 Tucano que supone la primera línea de combate al tráfico aéreo ilícito.
Entre lo que falta, se encuentran aeronaves de entrenamiento T-35 Pillán que en su mayoría no están en el país por mantenimientos realizados en Chile. Estos equipos se supone son la mejor carta paraguaya actual para la defensa de nuestros cielos.
Siguiendo con lo que falta, es imperiosa la instalación de radares primarios que puedan cubrir con eficiencia todo el territorio nacional.
Actualmente estamos a bastonazo de ciegos tratando de adivinar cuando y donde circulan las aeronaves y esto nunca fue tomado en serio por la administración actual que tiene menos de un año para actualizar esas necesidades.
Renovar para ser útil
Hoy se encuentra en el Congreso un proyecto de Ley que obliga al Estado a la adquisición de radares de largo alcance y así recibir los ecos de posibles aeronaves piratas que a diario invaden el territorio nacional. De ser aprobado, la FAP necesitaría más que viejos Tucanos y helicópteros de la época de la Guerra de Vietnam para hacerles frente.
A las puertas de los 100 años, es lamentable que las autoridades de turno no hayan preparado a esta importante arma para nuevos desafíos, aunque sí, para otros temas fueron bastante rápidos.
Hace tiempo se debió volver a contar con rápidos aviones a reacción, el último recuerdo de estos fueron los Embraer AT-26 Xavante al servicio en el país por casi 3 décadas y fueron dados de baja por antigüedad. Un sólo ejemplar, pudo bastar en caso de contar contar con radar para ser accionado e interceptar las amenazas.
Mientras, la FAP vivirá de shows, promesas, un campo para criar vacas en Luque y aeronaves antiguas. Entre tanto, los cielos darán la bienvenida a traficantes que ya se pasean por nuestro espacio aéreo como si fuera que vagan por su propio patio.
