Por Juan Carlos A. Moreno Luces, desde Kentucky, USA
Luego del ocaso de la dictadura y en el inicio del proceso democrático, surgieron nuevas alternativas políticas, fundamentalmente estructuradas a partir de una figura coyuntural.
Carlos Filizzola, Guillermo Caballero Vargas, posteriormente Fadul y hasta llegar a Fernando Lugo, se constituyeron en abanderados de un tercer espacio qué prácticamente no existía.
Sin pretender abordar los éxitos o fracasos de los mismos, estos lograron refrescar el escenario político del Paraguay, generando un tercer espacio.
Podríamos afirmar que así se llegó a modificar la distribución de la torta bi partidista.
Fue un golpe estructural al
bi-partidismo clásico y más aún con la consolidación del llamado Frente Guazú.
La aparición de otros partidos y movimientos, si bien constituyen parte del nuevo sistema electoral, pero por su escasa gravitación los consideraré como variables naturales del propio proceso democrático.
Mucho se ha opinado al respecto, pero las nuevas interrogantes planteadas se debelarán en Abril, pues con la modificación de la Ley electoral se desbloquearon las llamadas listas sábanas.
A mi criterio, este nuevo sistema le devolverá a los partidos tradicionales una mayor fuerza política, fundamentalmente con más escaños en el congreso.
Esta premisa ya tiene andamiaje si observamos con detenimiento las negociaciones los partidos y movimientos para llegar a Abril.
Por un lado la Concertación liderado por el histórico PLRA, inteligentemente fue pactando estratégicamente elementos claves para aglutinar, y así lograr una buena tajada del pastel.
En el Partido Colorado, la turbulencia a mermado y los signos de paz entre el derrotado oficialismo y Honor Colorado van por buen camino.
Como primera conclusión tenemos que dos sectores se han fortalecido enormemente, la Concertación y la propia ANR. Mientras que los demás competidores deberán buscar como atarse a uno de ellos para sobrevivir y no solo en el plano político.
El proyecto de Euclides Acevedo, tiene estas dos posibilidades.
La primera, si pacta con la Concertación y llegan a la victoria, es muy probable qué además de tener una recompensa en el Gobierno de coalición, también sería un factor político influyente para el futuro político.
La segunda, si no se decide a acompañar a la Concertación y con ello aumenta las chances del candidato de la ANR, su estrategia obtendría una obvia compensación.
De esto último, se ha especulado mucho y pronto veremos qué ocurre, la cuestión es qué la decisión deberá tomarse a más tardar a mediados de febrero.
Finalmente, sostengo qué la futura conformación del Congreso Nacional, tendrá a dos fuerzas mayoritarias, retornando al modelo bi partidista, pero con composiciones distintas.
La ANR que sin duda ganará terreno y la Concertación de lograr unir más fuerzas en este trayecto será un crisol verdaderamente importante.
Y de darse esta distribución parlamentaria, tendremos un New Bi-Partidismo y muchas interrogantes sobre cómo serán los acuerdos internos y coyunturales.
Lo concreto es que será un congreso extremadamente dinámico e impredecible.
Y realmente pinta apasionante !