Caro de Vargas, fotógrafa de 32 años, ha dedicado más de seis años a capturar momentos especiales de la vida familiar y del parto. Con formación en Marketing y roles como doula, asesora de lactancia y educadora perinatal, ha desarrollado un enfoque único que equilibra delicadeza e intimidad. Inspirada por el deseo de preservar la felicidad del parto, asegura el respeto y la privacidad durante sus sesiones, colaborando con profesionales médicos. Su trabajo deja una marca emocional y reafirma la belleza del nacimiento. Nos cuenta más sobre su rol como fotógrafa de partos en esta entrevista.
¿Cómo te interesaste en la fotografía de partos y maternidad?
La metamorfosis de convertirme en mamá cambió mi cosmovisión, ya no veía el mundo de la misma manera. Salir de casa para trabajar, lo que antes era un placer, ahora ya es una lucha. Decidí dejar las empresas y las estrategias de marketing que tanto amaba para dedicarme al arte de la fotografía. Pero mi cuestión era, “¿en qué área?” Fue cuando en el año 2017, después de varias capacitaciones y congresos, vi profesionales que se dedicaban a fotografiar los partos. Como en ese momento yo estaba embarazada, pensé “¿¡cómo no registrar el momento más importante de mi vida?!” Busqué un fotógrafo para mi parto aquí en Asunción pero no había. Así encontré mi pasión: registrar esa metamorfosis de mujer a mamá que es el nacimiento.
¿Cuál es tu enfoque o estilo distintivo al capturar estos momentos tan íntimos y emocionales?
Como era un servicio nuevo aquí en Asunción, había varios desafíos. Los principales eran: que se exponga la intimidad de la mujer, que un momento tan íntimo sea “invadido” con una sesión de fotos o que las fotos sean muy fuertes con sangre y temas hospitalarios. El primer cuidado que tuve fue usar técnicas profesionales de fotografía para “ver todo y no ver nada”. ¿Cómo? Mostrar los momentos únicos que suceden en un parto pero sin exponer partes íntimas de las mujeres, para que las “pancis” se sientan cómodas al compartir su historia (fotos) con sus familiares y amigos. Lo otro es que publico las fotos que los papás ya pusieron en sus redes y que no muestre la intimidad de mis clientes y por último, cuido la edición para que sean imágenes suaves con tonos que transmitan esa sensación de delicadeza y estética, mostrando el amor y la emoción de esos momentos.
¿Qué te inspira para capturar la experiencia del parto y la maternidad en tus fotografías?
En todos los momentos importantes de nuestras vidas invitamos a las personas especiales, pueden ser tu mamá, tu mejor amiga, tus otros hijos. El parto es un momento íntimo, no es como una boda que puedas distribuir invitaciones, a pesar de que quieres compartir la mayor felicidad de tu vida. Las fotos nos proporcionan eso, podemos compartir con nuestros seres queridos y hacerlos partícipes de ese momento. Podemos revivir sentimientos y momentos porque después solo quedan imágenes confusas en tu mente y mostrar a tu hijo cómo fue su llegada, cómo tú estabas ansiosa para su llegada, cómo fue difícil y superaste todo por él, cómo su papá estaba nervioso, quién era el doctor que te recibió, cómo su mano era igual a la del abuelo que puede ser que ya no esté más aquí. Y creo que responde también la pregunta que todos nos hacemos un día: “¿de dónde venimos?”
¿Cómo garantizas la privacidad y el respeto a la intimidad de las personas durante las sesiones de fotografía de partos, asegurándote de no interferir o molestar en el proceso?
Con el paso del tiempo vi que era necesario crear esa intimidad previo al parto, no necesariamente en el día, pero conocer más de esa historia que será registrada. Así que hago una entrevista con todas las pancis (así les llamo cariñosamente) para conocernos y crear esa intimidad. Cuando llega el momento del parto me mantengo en silencio, respetando el proceso y solo ayudo en lo que sea necesario, cuando me lo piden. Por eso además estudié para ser doula, para entender mejor los procesos y saber cómo portarme en ese momento sagrado, cómo funciona ese milagro que es el nacimiento. Por el lado de equipamientos, mi equipo fotográfico no tiene sonido para no molestar. Soy solo mi cámara y yo, sin poses ni intervenciones, registrando de forma documental la historia donde nace una nueva mamá, un bebé y una familia.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentas al fotografiar partos y maternidad, y cómo los superas?
Creo que el no saber qué va a pasar, ni cuándo ni por cuánto tiempo. Pueden pasar horas en un trabajo de parto. O que tengamos una cesárea programada y el bebé simplemente decide venir antes de esa fecha y pasamos por un hermoso trabajo de parto inesperado. Puede ser que falte luz, o que el espacio sea chico. Todos esos desafíos son superados hablando antes en la entrevista que hago con mis clientes y el equipo médico que estará trabajando. Explicando los procesos y comunicándonos los detalles.
¿Has tenido alguna experiencia particularmente conmovedora o memorable mientras fotografiabas un parto?
Creo que todas son historias únicas y eso es lo lindo. Parece cliché pero la vida es un milagro de Dios y la maternidad es nuestra mayor metamorfosis de la vida. En cada historia yo aprendo, crezco y me inspiro. Pero si tengo que elegir una historia, hay una mujer que siempre me acuerdo de ella. Estaba embarazada de mellizos y tuvo sus bebés por parto normal. El primero nació después de un laaargo trabajo de parto y mientras nacía el segundo ella daba de mamar al primero con contracciones y tomando un juguito. ¡Impactante fue! Solo de imaginarme, sin mirar las fotos, me emociono. Somos realmente como dicen aquí en Paraguay: “kuña guapa”.
¿Cómo colaboras con obstetras, ginecólogos, doulas, enfermeras u otros profesionales de la salud durante las sesiones de fotografía de partos para asegurar una experiencia armoniosa y respetuosa para todas las partes involucradas?
Presentándome y hablando anteriormente. Siempre digo a mis clientes que la prioridad son los médicos, enfermeros y acompañantes. En quirófano por ejemplo los espacios son reducidos y se debe tener mayor cuidado para no molestar al equipo. Existen procedimientos que conocer, equipamientos y espacios quirúrgicos que respetar/evitar, por eso es importante estar capacitado. La idea es que nadie sienta mi presencia. Siempre estoy en comunicación con ellos porque en el momento se respeta el protagonismo de la familia que está naciendo.
¿Qué consejos darías a las parejas que están considerando tener fotografías de su parto?
Que consulten anteriormente cómo realizar y con quién realizar. No dejen el momento más importante de su vida para que la enfermera o el médico registre si puede. Cada uno en la sala de parto tiene su función y para eso están ahí. No se puede sacar fotos y hacer otras cosas. Tu acompañante está viviendo contigo esa experiencia hermosa del nacimiento, déjale que disfrute y esté apoyándote.
¿Qué impacto crees que tienen tus fotografías en las familias que las reciben?
Estamos entendiendo más la importancia de conocer el inicio de la historia para entender el después. Registrar y conocer cómo fue el inicio de nuestras vidas pueden hacer cambios en lo que será nuestro futuro. ¿Quién nunca se fue a la casa de la abuela o de una tía que tenía los álbumes guardados para entender y conocer su propia historia? Momentos como el nacimiento de un bebé o el inicio de una maternidad te muestra a largo plazo quién eres y cómo llegaste ahí. Además, estamos registrando y mostrando al mundo, que el nacimiento es divino y hermoso. No es lo mismo entrar a un quirófano para una cirugía con una enfermedad, que traer al mundo un milagro.
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