Diversas investigaciones han demostrado que el tipo de parto, ya sea vaginal o por cesárea, tiene un impacto significativo en la microbiota intestinal de los recién nacidos, un factor clave para el desarrollo del sistema inmunológico y metabólico en las primeras etapas de la vida.
Según el Dr. Martín Gruenberg, pediatra especialista argentino, “durante el parto vaginal, los bebés entran en contacto con bacterias beneficiosas del canal de parto, que ayudan a colonizar su intestino con una microbiota diversa y saludable.” esta diversidad es crucial para fortalecer las defensas naturales del organismo.
Mientras que, los bebés nacidos por cesárea no tienen el mismo contacto con estas bacterias, lo que puede resultar en una flora intestinal menos diversa, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes y alérgicas en el futuro. Sin embargo, la lactancia materna juega un papel fundamental en la corrección parcial de estas diferencias, ya que la leche materna contiene bacterias beneficiosas que contribuyen a fortalecer el sistema inmune del bebé.
Además de la lactancia materna, el Dr. Gruenberg resalta que existen fórmulas especiales diseñadas para los bebés recién nacidos, que incluyen probióticos y prebióticos, imitando los beneficios de la leche materna para promover el desarrollo de una microbiota equilibrada.
La investigación en esta área sigue avanzando, con el objetivo de mejorar el cuidado neonatal a través de intervenciones tempranas que optimicen la salud intestinal de los bebés, sin importar el tipo de parto.
El Dr. Gruenberg, con más de 30 años de experiencia en pediatría, estará próximamente en Paraguay para ofrecer un simposio exclusivo dirigido a médicos, donde compartirá sus conocimientos sobre los avances en el cuidado infantil.
Esta nueva información refuerza la importancia de un enfoque integral y personalizado en el cuidado de los recién nacidos, adaptado a las necesidades particulares de cada niño según su tipo de nacimiento.
