Poco después del mediodía, un fuerte ventarrón asustó a la capital de séptimo departamento con vientos calculados en un poco más de 100 kilómetros por hora. Ya en horas de la mañana, un frente de tormenta fue avistado sobre el lado argentino del Paraná, pero el de la siesta del domingo 7 de enero, aterrizó en todo el distrito encarrnaceno, siendo todas sus playas afectadas con miles de sombrillas al aire, lo que dio un susto tremendo a los turistas que aún disfrutan de sus atracciones.
El cierre del primer fin de semana del verano, fue de gran susto para los bañistas que se encontraban en las playas encarnacenas. Luego del mediodía, un fuerte viento de aproximadamente 100 kilómetros por hora, tomó desprevenida a la ciudad. En horas de la mañana, un evento parecido se instaló al sur de Posadas y venía con dirección a Encarnación, sólo que luego de llegar a la frontera se disipó.
Sin embargo, otro fenómeno puntual se venía formando por detrás y sumado a las altas temperaturas, mucha humedad y una inestabilidad que iniciaría en la fecha, dieron un coctel para la formación de estas nubes repentinas que acompañaron los vientos que se sintieron en toda la ciudad y con mayor fuerza en la Costanera, por encontrarse sin obstáculos frente al río Paraná.
Esta misma capital departamental, fue testigo de la peor tragedia que involucra a tornados en Paraguay- En el mes de setiembre próximo, se cumplirán 98 años del último evento devastador que se cobro la vida de inexactamente 400 personas aproximadamente, ya que no se encuentran registros de la época pero se estima entre desaparecidos y fallecidos.
En otros puntos del sur se reportaron eventos parecidos a ventarrones y fuertes vientos, fue con automovilistas que cruzan el departamento de Misiones, un departamento ubicado mayormente en planicies que avivan la fuerza de los vientos a la hora de cruzar la ruta PY01.