En la tarde del jueves, se volvió a incendiar la misma fábrica de ropas, que en setiembre pasado ya había sufrido un siniestro de gran envergadura. Afortunadamente, los bomberos lograron contener a tiempo las llamas que se iniciaron en otro punto del edificio y no hubo víctimas que lamentar en el nuevo llamado de emergencia.
Todavía no terminaban de recuperarse del fuerte golpe económico que causó el siniestro del pasado 18 de setiembre, cuando nuevamente, pero en otra parte del complejo textil, ocurrió otro incendio que consumió por sobre todo papeles que se encontraban almacenados en un depósito. La fábrica se encontraba con funcionarios al momento del nuevo siniestro.
Si bien nadie resultó herido, tardaron al menos dos horas en controlar este nuevo suceso, por suerte la mayoría de los funcionarios logró evacuar a tiempo el edificio, antes que el fuego se disemine por la parte interna de la fábrica ubicada en la ciudad de San Lorenzo. La rápida acción de los bomberos voluntarios, evitó que las llamas afecten a más dependencias de la ya golpeada empresa.
Según refieren los bomberos, en esta dependencia que ahora se quemó, se guardaban papeles y elementos de oficina, sin embargo era muy temprano para evaluar los daños y así llegar a la causa que motivó la nueva incursión de los apagafuegos.