Anoche, la inconsciencia derivada del contrabando tuvo consecuencias devastadoras cuando un incendio arrasó con un local comercial en la ciudad de Nanawa, el departamento de Presidente Hayes.
Alrededor de las 22:20 del jueves, las llamas comenzaron a devorar el lugar, situado en el corazón del centro comercial de Puerto Elsa.
El establecimiento clandestino, que servía como depósito de combustible, se convirtió en un peligroso foco de fuego que amenazó la vital zona comercial de esta ciudad fronteriza. A pesar de no haberse reportado víctimas, las pérdidas económicas resultantes son considerables.
Ubicado en el núcleo del circuito comercial de Nanawa, una ciudad que colinda con Clorinda, en la provincia argentina de Formosa, este depósito clandestino de carburantes se convirtió en un infierno de llamas, sembrando el miedo entre los vecinos, quienes temían que el fuego se propagara a negocios cercanos. En este recinto se almacenaban bidones de naftas de distintos octanajes y derivados de diésel, todos ingresados al país de manera ilegal, según los informes proporcionados por los bomberos voluntarios.
La rápida respuesta de varias compañías de bomberos provenientes de ciudades cercanas, e incluso la colaboración de los bomberos argentinos de Clorinda, permitieron controlar el incendio en las primeras horas de la madrugada. Una vez que las llamas fueron sofocadas, los voluntarios se encontraron con una gran cantidad de tambores de aproximadamente 200 litros que habían estado almacenados en el lugar.
Aunque no se han reportado heridos por parte de los bomberos ni de los residentes locales, la estructura del sitio resultó seriamente comprometida. La rápida intervención de los voluntarios evitó que el fuego se propagara descontroladamente, un riesgo latente debido al entramado de comercios y posibles depósitos clandestinos en la zona.
Este incidente es una manifestación de una práctica común pero peligrosa en el Bajo Chaco. La facilidad con la que ingresan productos de contrabando desde Argentina ha cegado a muchos ante los riesgos, poniendo en peligro tanto a los habitantes locales como a los visitantes. Por fortuna, el incendio ocurrió fuera del horario comercial. Si hubiera ocurrido durante el ajetreo comercial, las consecuencias podrían haber sido mucho peores debido a las dificultades de tránsito en el municipio durante el día.
Las pérdidas económicas causadas por el incendio son sustanciales y difíciles de cuantificar, dado que gran parte de las mercancías eran de procedencia ilícita. La recuperación de estas pérdidas será un desafío económico, sin garantías de que incidentes similares no puedan repetirse debido a la irresponsabilidad de algunos residentes locales que continúan lucrando con materiales peligrosos en pleno corazón urbano.
A lo largo del viernes, se iniciarán investigaciones exhaustivas para esclarecer los detalles sobre el origen del incendio y las circunstancias que lo rodean.