El Ministro de Defensa Nacional, Óscar González, junto a otras autoridades, supervisó en la víspera la entrega de ayuda humanitaria por medio de un puente aéreo en Pozo Hondo, localidad del departamento de Boquerón, que fue la más afectada por las inundaciones provocadas por la crecida del río Pilcomayo y las intensas lluvias recientes.
La situación dejó a la comunidad completamente aislada, debido al corte de la única vía de acceso terrestre, lo que obligó al despliegue de las autoridades en la zona afectada.
Un puente aéreo para asistir a los aislados
Ante la imposibilidad de llegar por tierra, el gobierno implementó un puente aéreo entre Infante Rivarola y Pozo Hondo, utilizando un helicóptero de la Fuerza Aérea Paraguaya para trasladar víveres y asistencia médica. El operativo contó con la presencia de la ministra de Salud, María Teresa Barán el presidente del INDI Juan Ramón Benegas,, el ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Arsenio Zárate, y el comandante de la Fuerza Aérea General Julio Fullaondo, quienes coordinaron las acciones de socorro.
“Como gobierno, debemos estar unidos ante cualquier adversidad para dar respuestas rápidas y contundentes a la población”, expresó el ministro de Defensa, destacando la instrucción del presidente de la República de atender con urgencia a los afectados.
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Estado de la población y asistencia médica con puente aéreo
A pesar del aislamiento, las autoridades informaron que no se registraron graves problemas de salud entre los pobladores.
De las 450 familias afectadas, solo 10 personas requirieron atención médica, lo que fue considerado un panorama alentador.
“La ministra de Salud verificó la asistencia médica y confirmó que hay ambulancias y personal sanitario disponibles”, señaló el ministro González.
El gobierno completó la distribución de kits de alimentos para 400 familias y aseguró que la asistencia se extenderá a otras zonas afectadas en los próximos días.
El problema del muro de contención
Uno de los factores que agravó la situación fue la ruptura de un sector del muro de contención, lo que permitió que el agua avanzara peligrosamente hacia el casco urbano de Pozo Hondo.
Sin embargo, el daño fue controlado mediante trabajos con maquinaria de la gobernación, evitando que las viviendas fueran inundadas.
“Vamos a esperar el informe técnico del Ministerio de Obras Públicas para entender qué falló en la estructura y tomar medidas correctivas”, explicó González.
Previsión ante nuevas lluvias
El ministro confirmó que, aunque los niveles del río Pilcomayo descendieron unos 50 centímetros, la amenaza de una nueva crecida sigue latente, ya que las lluvias en Bolivia determinan el comportamiento del cauce.
“Siempre trabajamos con la peor hipótesis en mente. Aunque el pronóstico no indica nuevas riadas, seguimos en alerta para responder con rapidez”, aseguró.
Concluyó que lo que se ve en Pozo Hondo refleja la vulnerabilidad de las comunidades fronterizas ante fenómenos climáticos que afectan a la zona alta de la precordillera, lo que llevó al gobierno a reforzar su presencia en la zona y garantizar que la población no quede desamparada, encerró el secretario de Estado.
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