Al menos diez comunidades indígenas de Mariscal Estigarribia tomaron parte en los talleres de socialización del Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial (POUT), como parte de los compromisos asumidos por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) ante el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES).
La iniciativa forma parte del Plan de Gestión Ambiental aprobado para las obras del tercer tramo del Corredor Bioceánico, con el objetivo de incorporar la visión de las comunidades indígenas en el desarrollo sostenible de la zona.
Participación de indígenas en el ordenamiento territorial
Desde el pasado 17 de febrero hasta hoy 21 de febrero, líderes indígenas y representantes locales participaron en reuniones organizadas en distintos puntos estratégicos.
El Consorcio del Pacífico coordinó estas actividades, encargándose de la ejecución del proyecto, con el fin de garantizar un crecimiento urbano sustentable en las áreas de influencia del Corredor Bioceánico.
El ciclo de encuentros comenzó en el Parque Nacional Tte. Agripino Enciso, con la participación de las comunidades Pykasu, Ñu Guazu y Siracua. Luego, en Pedro P. Peña, intervinieron Mbutu Reta, Yasy’endy y Laguna.
Posteriormente, en Campo Loa, Jotoicha, se congregaron representantes de San Miguel, San Pío y Primavera, mientras que en Laguna Negra estuvieron presentes: Nueva Estrella, Ko’e Pyahu y Belén.
El cierre del programa tendrá lugar en la Estación de Buses de Mariscal Estigarribia, con la asistencia de líderes de Loma Diez Cue, Santa Teresita y otras comunidades de la zona urbana.
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Inversión y alcance del Corredor Bioceánico
El Lote 1 del Corredor Bioceánico, a cargo del Consorcio del Pacífico (Enrique Díaz Benza Cano y Vial Agro SRL), cuenta con una inversión de G. 485.505.296.685, financiada por el Banco de Desarrollo (Fonplata).
El tramo 3, que contempla la pavimentación de 224 kilómetros divididos en cuatro lotes, está siendo ejecutado por CDD Construcciones S.A., con un presupuesto de G. 464.527.263.350.
Este proyecto fortalecerá la conexión de Paraguay con Brasil y Chile, beneficiando a más de 225.000 personas y generando un impacto positivo en la economía regional.
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