Por segundo día consecutivo, la Reserva Ecológica Banco San Miguel y Bahía de Asunción enfrenta una devastación masiva debido a incendios que ya han consumido unas 40 hectáreas y afectado a cerca de 200 familias.
La Municipalidad de Asunción, en conjunto con el gobierno central y voluntarios, despliega esfuerzos para contener el fuego, mientras la situación sigue agravándose ante las desfavorables condiciones climáticas.
Despliegue multilateral para combatir al fuego en el Banco San Miguel
El operativo incluye a bomberos voluntarios, la Brigada Comunitaria “Kuriju”, militares y policías, quienes trabajan en conjunto con personal municipal para salvaguardar vidas y bienes. Sin embargo, la rápida propagación del fuego, alimentada por el intenso calor, la sequedad del terreno y fuertes vientos, dificulta la tarea.
La Municipalidad de Asunción insta a la ciudadanía a extremar precauciones al transitar por las cercanías y a respetar las normativas ambientales para evitar que la crisis se intensifique.
Un problema estructural y de seguridad pública
Alejandro Luis Buzó, jefe del Departamento de Prevención Contra Incendios de la comuna, señaló que las causas de estos incendios no se limitan a factores climáticos, sino también a actos deliberados.
“Después de tres años sin incendios de esta magnitud, enfrentamos un evento devastador provocado por personas con intenciones desconocidas”, explicó Buzó, resaltando la gravedad del impacto.
El experto también criticó la infraestructura de combate a incendios en la Costanera de Asunción. Los dos hidrantes de la zona no funcionaron, lo que obligó a abastecer a los bomberos desde puntos externos, ralentizando la respuesta.
Buzó enfatizó la necesidad de mejorar la planificación en estas áreas, sugiriendo la instalación de más hidrantes y tanques de agua para evitar este tipo de fallas en el futuro.
Acciones bajo la lupa
El incendio actual no es un caso aislado. Según Buzó, también hubo intentos de incendios provocados recientemente en el Mercado 4, lo que sugiere la acción de pirómanos. Esto eleva el problema de los incendios a un tema de seguridad pública que requiere una respuesta estatal integral.
“No basta con planificar. Es fundamental reprimir estas conductas que atentan contra la población y el medio ambiente”, concluyó.
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