Los habitantes del barrio Las Mercedes, representados por los propios vecinos, intensificaron sus manifestaciones pacíficas, exigiendo el traslado de la sede del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) fuera de su zona. Denuncian que la presencia de comunidades indígenas en las cercanías ha generado un ambiente insostenible, marcado por inseguridad y conductas inapropiadas, incluyendo el consumo de drogas, actos sexuales y otras actividades en la vía pública, además de sentir la mentira que usaron en octubre para calmar los ánimos, mencionando que se mudarán a otra zona del país, algo que consideran una «tomadura de pelo».
Elias Piris, vocero de los vecinos cansados de la inseguridad a causa de los nativos, señaló que, pese a compromisos iniciales del INDI para relocalizar su sede hace dos meses, esto no se ha concretado, dejando a los vecinos en una situación de frustración y temor.
“Nos dijeron que se mudarían, pero aún siguen aquí. Esto ha escalado en un problema social muy profundo”, afirmó el comunicador y a su vez afectado por esta racha de inseguridad que viven los vecinos de Las Mercedes.
Según los vecinos, las manifestaciones indígenas suelen incluir bloqueos de calles, liderados por Tomás Domínguez, quien afirman tiene antecedentes judiciales graves, incluso por trata de personas. Este grupo, integrado por más de 300 personas en determinados momentos, reclama apoyo logístico y víveres, utilizando métodos de presión que, según la vecindad, afectan a toda la comunidad.
Manifestación pacífica cerca del INDI
A pesar del contexto conflictivo, los vecinos han mantenido una postura de no confrontación violenta. Sus protestas, realizadas de manera simbólica sin interrumpir el tráfico, buscan dirigir sus demandas al gobierno, en particular al presidente de la República, Santiago Peña.
“No estamos en contra de los indígenas; nuestro reclamo es contra las autoridades que han fallado en gestionar esta crisis”, expresó Piris.
Otro tema crítico señalado por los vecinos, es la presencia de niños en las manifestaciones indígenas. De acuerdo con las denuncias, estos menores, aparentemente usados como escudos en las protestas, viven en condiciones de abandono, lo que pone en evidencia la falta de acción por parte de la Secretaría de la Niñez y otras instituciones responsables, ya que llegan solos y son expuestos.
Mejoró patrullaje pero nativos se drogan cerca de la comisaría
El comisario Nicolás Cardoso, recientemente designado al frente de la Comisaría 9na jurisdiccional, ha incrementado los patrullajes en la zona, lo que ha brindado cierta tranquilidad a los vecinos. Sin embargo, Piris subrayó que la situación no se resolverá mientras los indígenas permanezcan en el lugar. Añadió que microtraficantes llegan para vender al menudeo drogas en las narices de la comisaría y para comprar las dosis, ellos ingresan a las casas de la zona a robar, lamentó.
Los vecinos insisten en la urgencia de trasladar la sede del INDI a una ubicación adecuada y exigen una solución integral que incluya atención a los problemas sociales y de seguridad asociados con la presencia indígena.
“Respetamos su lucha, pero también exigimos respeto para nuestras familias y nuestro barrio”, concluyó Piris.
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