El Sábado Santo es el día que se conmemora el descanso de Jesús en el sepulcro después de su muerte en la cruz el Viernes Santo. Es un día de luto y reflexión en el que los cristianos recuerdan la muerte de Jesús y esperan su resurrección en el Domingo de Resurrección.
Es un día de silencio y contemplación, en el que se recuerda el dolor de la muerte de Jesús y se medita en su sacrificio por la humanidad. En algunas iglesias, se realiza la «Vigilia Pascual» en la noche del Sábado Santo, que es la celebración más importante de la liturgia católica, donde se enciende el cirio pascual y se bendice el agua bautismal.
En Paraguay, este día es considerado como el día del perdón y la reconciliación, y es una jornada de preparación para la Pascua.
Es común visitar a los padres y abuelos, y muchas familias concurren a los cementerios para honrar a los parientes difuntos. Durante la Vigilia Pascual, en los templos no se tocan las campanas, sino que se anuncian los actos litúrgicos mediante el uso de matracas.
Este momento es también de veneración a «La Dolorosa», que representa a la madre de Jesús en su dolor y tristeza después de la crucifixión. A media noche, se enciende el cirio pascual, el símbolo de la luz de la resurrección y la alegría de la redención.
Como parte de los actos de Semana Santa, diversas localidades en Paraguay desarrollan eventos de representación artística de la pasión de Jesús. Los más emblemáticos son Tañarandy, en San Ignacio Misiones; el Vía Crucis del Cerro Ñemby; la peregrinación al Cerro de Yaguarón; y el Vía Crucis de Hernandarias, en Alto Paraná.