La medida argentina de cobro de peajes a las embarcaciones que cruzan desde Puerto Santa Fe hasta la confluencia de la hidrovía Paraguay – Paraná, que se encuentra ya vigente desde principios de este año, tendría un impacto negativo al Paraguay. Incluso para expertos internacionales, esta medida provoca violaciones graves a acuerdos internacionales donde se encuentra también el Tratado de Asunción.
Si bien es reciente el inicio del cobro de peaje por parte del Gobierno de la República Argentina a embarcaciones que vienen y van con destino a nuestro país, los primeros cálculos del sobrecosto que ocasionaría a Paraguay rondan los 40 a 50 millones de dólares que impactarán de forma negativa a productores y consumidores, entorpeciendo las perspectivas económicas de Paraguay.
De hecho, la iniciativa argentina es considerada arbitraria e injusta por varios gremios nacionales que se ven afectados desde ya con la imposición de peajes para la continuidad de las exportaciones por la única vía habilitada para la navegabilidad con salida a los océanos desde y hacia Paraguay.
Opinión de experto extranjero
El diario El País de Uruguay publicó la opinión del experto uruguayo en derecho internacional, Edison González Papeyre quien tildó de ilegítimo el peaje fluvial creado por Argentina sobre la hidrovía ya que según el experto es un impuesto que va en contra de acuerdos internacionales y del propio Mercosur.
A su modo de ver, la aplicación de una tasa de 1,47 dólares por tonelada transportada por el corredor argentino desde y hacia nuestro país, es ilegítima y contraria a los principios del Mercosur por tratarse de un impuesto y no como piensan hacer pasar por un peaje.
Si querían hacer pasar por un peaje, mínimamente debió haber sido contemplado otros servicios propios del cobro de peajes como dragado, mantenimiento, auxilio, salvataje y balizamiento, esto no es así entonces se compara a un impuesto arbitrario que está fuera de los principios del tratado de Asunción que de entrada en el artículo 1 ya establece que implica la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países socios.
Además con el mismo Mercosur se levantan restricciones arancelarias, aduaneras a las mercaderías y equivalentes, según Lapeyre.
El tributo impulsado por Argentina, a la vez perjudica a otros países, no tanto como al Paraguay que prácticamente basa toda su exportación por el canal, sino también a quienes navegan desde Brasil, Bolivia y el propio Uruguay para traer o llevar productos desde los citados.