ENCARNACIÓN. La cuenca baja del arroyo Potïy está totalmente contaminada de camalotes y cianobacteria. La situación genera alarma en la población por su potencial peligro a la salud pública. Este curso hídrico está en el límite entre los distritos de Encarnación y Cambyreta, y es empleado como escenario para la práctica de deportes acuáticos como remo y canotaje.
La zona de mayor impacto por estos microorganismos es el área de confluencia de los arroyos Potï’y y Kuri-y. Ambos arroyos forman parte del gran espejo de agua formado por la represa hidroeléctrica de Yacyreta. Son los llamados sub embalses, que descargan en el río Paraná.
La escasa profundidad del curso hídrico de estos dos arroyos, su condición de aguas casi quietas, y una constante agresión con desechos de todo tipo, incluido aguas servidas, generan un caldo de cultivo ideal para la proliferación de este tipo de microorganismos perniciosos para el ambiente y la salud.
El mantenimiento de la calidad del agua en toda la zona de afectación de la represa de Yacyreta -embalse y sus embalses- es una responsabilidad de la entidad binacional Yacyreta (EBY), como ente generador de los cambios producidos al ecosistema con su obra hidroeléctrica.
El responsable del área de Medio Ambiente de la binacional para esta zona, José Alvarenga Bonzi, señaló que el ente cumple con las tareas regulares de retiro de masa verde del curso de agua, pero las condiciones de calor, bajante del río, entre otros factores favorecen la aparición de las algas.
A principios de enero pasado, tras quejas de directivos del club de remo “Pacucua”, la EBY realizó un despeje de camalotes en la zona, pero la tarea apenas fue un paliativo. Los trabajos continúan afirmó el funcionario de la EBY. La semana pasada estuvieron operando con máquinas pesadas para extraer camalotes, los cuales son arrimados a la orilla y una vez cumplido el proceso de deshidratación de los mismos son trasladados para su disposición final.
Aguas servidas son fuente de contaminación
El concejal municipal de Encarnación, Andrés Morel uno de los activistas por la conservación de la cuenca de los arroyos Potï-y y Kuri’y como reserva ecológica, sostuvo que el problema de la contaminación con cianobacterias es mucho más complejo.
No se resuelve con simplemente extraer las algas de las aguas. En todo su curso estos arroyos reciben descarga directa de aguas negras, principalmente en el distrito de Cambyretá, donde no tienen un sistema de alcantarillado, por lo que la situación se debe encarar en forma conjunta entre los municipios y buscar dar solución a este tema, sostuvo.
Esta misma situación se da también del lado de Encarnación, en una zona ribereña del barrio Fátima, donde existe una población numerosa, y muchas viviendas que no disponen de sistema de alcantarillado sanitario.
Cianobacterias: qué son y cuál es su peligrosidad
Las cianobacterias son organismos microscópicos fotosintéticos, que técnicamente son bacterias. Eran llamadas algas verdeazuladas porque sus densas formaciones suelen tornar el agua verde, verdeazulada o verde-marrón, pero propiamente no son algas.
Las cianobacterias producen al menos dos tipos generales de toxinas: neurotoxinas y hepatotoxinas. Son peligrosas para la salud humana. Si se ingiere, se inhala o entra en contacto con la piel, sus toxinas pueden causar vómitos, diarrea, dolor de cabeza, de oído y ojos, debilitamiento muscular, alergias en la piel y congestión nasal.
Algunas especies de cianobacterias liberan toxinas (extracelulares) en el agua sin que se produzca la ruptura o muerte de las células. Esas toxinas liberadas pueden causar numerosos efectos sobre la salud que van desde diarrea, dolores de cabeza e irritación de la piel, y potencialmente provocar la muerte.
Causas de la proliferación
El enriquecimiento de nutrientes, los cambios climáticos y los patrones hidrológicos alterados aceleran la proliferación de cianobacterias. La contaminación con desechos provocados por el hombre, lo que se conoce como enriquecimiento antropogénico de nutrientes, los patrones hidrológicos alterados y los cambios climáticos aceleran la intensidad, la duración y la frecuencia de las cianobacterias, así como la producción y floración de sus cianotoxinas.
La contaminación del agua con nitrógeno, fósforo y metales traza, el aumento de los niveles de CO2 en la atmósfera, la intensidad de la luz y las temperaturas elevadas del agua intensifican su crecimiento. Son llamados metales traza el cobre, cobalto, manganeso, flúor, hierro, selenio, yodo, níquel, zinc, molibdeno, elementos que se encuentran en bajas concentraciones en la mayoría de los organismos vivos, suelos y plantas.