Hechos llamativos revelan que hay complicidad con los carceleros fugados de la Penitenciaría de Coronel Oviedo, según estima el ministro de Justicia, Daniel Benítez. El secretario de Estado dijo que el control se relajó. La fuga ocurrió a las 23 del lunes y los guardias se dieron cuenta. recién a las 2 de la mañana del martes 20 de diciembre.
En consecuencia, el ministro dijo que ya ni siquiera quiso hablar con el director penitenciario, Raúl Vera. Este fue destituido y la Fiscalía ya abrió investigación sobre todo lo ocurrido. Benítez dijo que el Ministerio Público se hará cargo del proceso porque «siempre hay algún tipo de complicidad» en este tipo de hechos. Informó que la Fiscalía se incautó teléfonos celulares de funcionarios, el libro de novedades y se intervino el penal.
A la tarde de este martes 20, de los nueve presos fugados, 7 ya fueron recapturados por la Policía. La mayoría pertenece al Puesto Comando Capital (PCC). La fuga fue liderado por Fredy González Delvalle, que está en Coronel Oviedo sólo hace un mes. Justamente, González Delvalle fue uno de los primeros recapturados. Está condenado a 40 años de cárcel por la masacre en la cárcel de San Pedro y sería uno de los líderes del PCC.
Otro de los recapturados es José Carlos Di Almeida, brasilero, procesado por robo agravado e intento de motín en la cárcel. También fue atrapado de vuelta César Esteban Ojeda, de 26 años, en prisión por secuestro; Douglas Danilo Colmán, de 22 años, por homicidio doloso; Édgar Luis Núñez, de 29 años, por estupro, y Gastón Nobil Mercado, de 19 años, por hurto agravado; y Hugo Díaz fue el último que intentó escapar, pero no pudo concretar la huida. Fue atrapado cuando lo intentaba.
Entre tanto, siguen con paradero desconocido Odilio Domínguez Márquez, de 24 años, condenado por robo agravado, y Leonardo Mareco, de 27 años, también condenado por robo agravado.
El ministro de Justicia Daniel Benítez, dio los primeros detalles de lo ocurrido. El alto funcionario explicó que en el baño del pabellón donde están los reos del PCC, los fugados, con mucho sigilo, cavaron una fosa en una de las esquinas.
Se encontraron cerca de 15 bolsas de arena que fueron escondidas posteriormente para que no llamen la atención. Al ganar salida al patio, donde está una cancha de fútbol, rápidamente los fugitivos subieron al vallado perimetral para ganar tiempo y luego dirigirse con sentido desconocido. Sin embargo, la Polícía pudo ubicarles de vuelta a ellos en los alrededores.
