A pesar de las detenciones en el caso del asesinato del ex fiscal antinarcóticos, Javier Ibarra, el motivo de la muerte de éste aún no está aclarado. Este jueves, Oscar Caballero Sahlmann (sentado en la foto), ex secretario privado de Ibarra, no quiso declarar, sólo atinó a decir que aportará datos para el futuro, lo que dejó en expectativa a los investigadores.
Caballero es el sospecho de ser el autor del crimen. Sin embargo, aunque tiene cosas para decir, prefirió no decir nada. Fue detenido este jueves, 5 de enero, y está imputado por homicidio doloso, robo con resultado de muerte y hurto especialmente grave. La Policía comprobó con las filmaciones que Caballero llegó a la casa de Ibarra el día del asesinato en motocicleta. Después se comprobó que el que condujo la moto fue Leonardo Agustin Ruíz, que le esperó frente a la casa y, luego Caballero, supuestamente al consumir el asesinato, le pidió que se retire.
Más tarde, Caballero se reunió en su casa con Ruíz a quien le entregó el arma que usó para que esconda. Aparte, Caballero quemó unos documentos frente a Ruíz. Los papeles probablemente eran robados de la casa del ex fiscal. Este es otro tema que los investigadores tienen en su agenda.
Ruíz colaboró con la investigación y entregó el arma a la Fiscalía. Su colaboración le valió su libertad. Ruíz actuó como testigo del hecho y ayudó para la detención de Caballero. Cuando entregó el arma, comentó que él nunca se deshizo de ella. La pistola no estaba completa, le faltaba el tambor.
Caballero se encuentra en prisión por orden de la jueza, Maria Elenea Cañete, de San Lorenzo. Guarda reclusión en la Unidad Penitenciaria Esperanza. Caballero también aparece en una lista de personas requeridas por la Justicia de Argentina. En el vecino país se lo sindica como uno de los integrantes de una red que se dedica al tráfico internacional de armas. Sin embargo, llamativamente, la Interpol no le estaba buscando.
Va girando la investigación sobre el asesinato de Ibarra, pero aún no se halla el motivo del mismo. Primero se reportó que fue un suicidio porque en las manos del ex fiscal se hallaron plomo y antimonio. Luego se sospechó de la empleada, Ana María Ibarra, que también dio positivo a las pruebas metálicas. Ella está con prisión domiciliaria.
El ex fiscal fue asesinado de dos tiros en la sien el 25 de noviembre del 2022, por motivos que aún se desconocen a pesar de las detenciones. El hecho ocurrió en su domicilio de San Lorenzo y fue hallado sin vida al día siguiente por su empleada Aida María Villalba y el casero Máximo Torres.
