El ministro del Interior, Federico González, afirmó que las órdenes para el sicariato vienen de la cárcel. Ahora solamente falta que el Estado paraguayo adopte los mecanismos para el combate de este flagelo. El ministro no supo explicar por qué no hay solución al sicariato, siendo el encargado de la seguridad del país.
González habló sobre el tema este viernes en una reunión que hizo con autoridades policiales donde expuso su balance de gestión.
La pérdida de una sola vida humana mediante un crimen es para lamentar, por eso no es suficiente solo reducir los índices de sicariato, indicó el ministro en su exposición.
Según sus informes, el sicariato en Asunción y alrededores estuvieron vinculados con el negocio del microtráfico.
Una idea que propuso es que el Servicio de Inteligencia del Estado debe mejorar. Según el ministro, no es suficiente dotar de recursos materiales a la Policía sino también debe haber un grupo que estudia estrategias para combatir el crimen y cómo hacerlo.
En los registros, el sicariato disminuyó, según el comisario Carlos Benítez, director de Prevención y Seguridad de la Policía. Se registraron en el 2021 un total de 117 casos de sicariatos y en el 2022 disminuyó a 70.
La cuna del sicariato suele ser el departamento de Amambay, pero este año las cifras fueron menores aquí. En el 2021 se registraron 62 y en el 2022 fueron 30.
El ministro del Interior dijo que no es suficiente que el sicariato haya disminuido y explicó que él es conciente de que el Estado debe mejorar combatiendo este problema.
Para el próximo año, dijo que no solamente el Servicio de Inteligencia debe mejorar sino también el Departamento de Asuntos Internos de la Policía, para que la investigación se haga por dentro y por fuera.
