Una vez más, el líder de la oposición brasileña, el ex presidente Jair Bolsonaro, reapareció ante una manifestación de miles de personas ataviadas con los colores de la camiseta de la selección brasileña de fútbol en la playa de Copacabana en Río de Janeiro, capital del Estado homónimo en Brasil. El acto fue para dejar duras críticas al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y a la libertad de expresión en redes sociales.
El anterior mandatario del país vecino de 69 años, había convocado a sus partidarios «a un acto pacífico, en defensa de la democracia y por nuestra libertad, sin carteles ni pancartas», sustituyó la blanca arena de la icónica playa carioca, en una gran protesta que reunió a miles de brasileños contra su propio Gobierno.
En frente de la multitud, Bolsonaro expresó que «el mundo entero es consciente de lo amenazada que está nuestra libertad de expresión, y vine aquí a luchar por eso, porque en Brasil no tenemos más ese derecho», mencionó el ex presidente ante el ovación de miles que respondieron a la cita.
Recordó que su país está cerca de tener otra dictadura y a continuación, pidió un aplauso para Elon Musk: «Él tuvo el coraje de mostrar con pruebas hacia dónde va nuestra democracia», manifestó Bolsonaro.
Al margen de los graves problemas que el propio Bolsonaro tiene con la Justicia, la manifestación de este domingo estaba vinculada al conflicto que se había generado en Brasil con la red social X, del magnate Elon Musk, que confrontó con el juez de la corte suprema brasileña Alexandre de Moraes, al que tildó de dictador y amenazó con desobedecer las órdenes judiciales que intimaban a la ex Twitter a suspender cuentas.
Bolsonaro recurrió al argumento de la defensa de la libertad, para convocar a sus seguidores, después de que Musk, propietario de la plataforma X, cargara duramente contra el juez de la corte suprema brasileña Alexandre de Moraes.
