Esta semana, dos proyectos emblemáticos encarados en Argentina por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el CAREM y el RA-10, a instalarse en la provincia de Buenos Aires, República Argentina, fueron detenidos por carencias presupuestarias. Las obras emblemáticas y que prometían sacar al vecino país de la crisis energética quedaron temporalmente paradas.
Todo partió cuando esta semana el presidente Javier Milei, anunció el cese de actividad en distintas áreas, incluyendo el despido de 76 trabajadores que estaban involucrados en el proyecto CAREM-25.
La falta de fondos en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) llevó a la paralización de importantes proyectos nucleares en el país. Un documento firmado por los gerentes del organismo alertó sobre la crítica situación presupuestaria. Como consecuencia, se produjeron los recortes de puestos en la construcción del proyecto y un paro en el CAREM, afectando a decenas de trabajadores.
CAREM-25 es el primer reactor nuclear de potencia completamente desarrollado y construido en Argentina, considerado un hito en la historia de ese país. Este innovador prototipo se encuentra en Lima, Provincia de Buenos Aires, y es el primer reactor modular de baja y media potencia (SMR) del mundo en estar oficialmente en construcción.
Por su parte, El RA-10, situado en Ezeiza, es el reactor multipropósito más avanzado del mundo. Con su capacidad para cuadruplicar la producción de radioisótopos médicos y su potencial para liderar la investigación con haces de neutrones, tiene como principal objetivo aumentar la producción de posicionar al país como referentes en investigación nuclear.
Sin embargo, la situación financiera de la CNEA llevó a la necesidad de suspender la construcción del RA-10 y del CAREM. Así lo confirmó Adriana Serquis, presidenta de la CNEA, envió una carta al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, explicando esta decisión debido a la falta de fondos.
