Luego de la victoria de los ‘Chiefs’ en la Super Bowl, fútbol americano, comenzó una celebración en la ciudad de Kansas City, estado de Missouri la cual se vio interrumpida por un tiroteo. Se han registrado más de 22 heridos con arma de fuego, entre los cuales se encuentran ocho niños, y una persona fallecida. Según informó en Departamento de Bomberos durante una conferencia que entre los heridos existen ocho personas internadas en estado crítico.
Lo que empezó como una celebración tras una victoria deportiva más en el que probablemente sea el mayor espectáculo deportivo del mundo, la Super Bowl estadounidense, terminó convirtiéndose en un tiroteo en plena Kansas City.
El número total de víctimas todavía no es definitivo, ya que tras el tiroteo, ocho personas estaban consideradas críticas y con unas heridas potencialmente mortales y seis personas con heridas menores, tal y como comentó Ross Grundyson, jefe de prensa del Departamento de Bomberos de Kansas city en una rueda de prensa.
En el estado de Misuri es legal llevar armas por la calle, no así usarlas contra personas en un desfile de celebración.
Quinton Lucas, alcalde de Kansas City,confesó que tuvo que correr cuando escuchó los disparos: «Yo mismo, mi esposa, muchas familias, jugadores, miembros de los Chiefs, sus familias, mucha gente que estaba en Union Station o cerca. Así que mucha gente ha estado afectada».
Lucas insistió en el gran despliegue policial, particularmente en las cercanías de la estación y en los tejados, pero tuvo una queja que vuelve a abrir el debate de las armas en EEUU: «esto es lo que pasa con las armas (…) Desfiles, manifestaciones, escuelas, salas de cine, parece que casi nada es seguro».
La Casa Blanca ha comentado que Biden recibió un informe con lo sucedido, proceso habitual cuando hay un tiroteo en el país.
Los Kansas City ‘Chiefs’, ganadores de la Super Bowl LVII frente a las ’49ers’ de San Francisco: «Estamos entristecidos por el acto de violencia sin sentido que ocurrió al concluir el desfile de hoy. Nuestros corazones están con las víctimas, sus familias y todo Kansas City».