Agentes de la Policía Federal brasileña, en cumplimiento de una orden de captura fueron recibidos con granadas y disparos de fusil realizados por el ex congresista Roberto Jeferson en su casa en Río de Janeiro.
La orden y el arresto fue emitido por el ministro del Supremo Tribunal Federal de Brasil, debido a un video publicado por el ex diputado donde criticaba decisiones de la justicia brasileña en relación a la censura impuesta por los ministros y hace un discurso sobre la ministra Carmen Lucía, diciendo que se parece a la “bruja Blair” de los dibujos animados.
El congresista Roberto Jeferson ya había sido detenido por orden del ministro Alexandre de Moraes en una investigación calificada por juristas brasileños como ilegal y autoritaria, además por emitir opiniones sobre la justicia brasileña.
El exparlamentario estaba bajo arresto domiciliario cuando grabó el segundo video con las nuevas críticas.
Con la llegada de la policía federal a su residencia este domingo 23, Roberto Jeferson grabó un video resistiéndose al arresto donde dice «Quiero mostrarte, oh, vino la policía federal aquí para arrestarme ahora, miren la violencia de “Xandão” (ministro Alexandre de Moraes), ahora mi raíz esta plantada, lo que quiero que sepas, es el juego que estoy jugando, dijo Jeferson al inicio de su transmisión.
Continuó diciendo, ustedes saben que no me voy a entregar, no me voy a entregar porque creo que es absurdo, estoy cansado de ser víctima de abuso. Desafortunadamente los enfrentaré, pero está de pie nuestra bandera en nombre de la libertad de la democracia desde el respeto a la familia hasta la vida pública No me rendiré, enfatizó.
Siempre en vivo en redes sociales dijo, estoy con ustedes, «voy a luchar por la libertad, quieren matarnos, quieren rodearnos, quieren aplastarnos, quieren arrestarnos, no lo hago y no me voy a entregar».
En una siguiente transmisión y luego de atacar a la policía dijo, me dispararon y yo les disparé, «no voy renunciar a mi libertad en favor de la tiranía, basta, voy a caer de pie como hombre, Brasil ha llegado al límite de la tiranía».
Estas fueron palabras del ex congresista grabadas en vivo donde se muestra la llegada de la policía federal y su indignación por la detención, alegando que fue víctimas de disparos policiales.
Según reportes de la policía federal dos policías fueron alcanzados por las esquirlas de dos granadas lanzadas por Roberto Jeferson, los dos fueron llevados a un hospital, pero ya han sido dados de alta sin mayores problemas.
Tras una intensa negociación con la participación del ministro de Justicia Anderson, el exdiputado se entregó y fue detenido por la Policía Federal.
En su decisión de detención, el ministro Moraes explicó que «está ampliamente demostrado, ante reiteradas violaciones, la insuficiencia de las medidas cautelares para cesar el periculum libertatis de los denunciados, lo que indica la necesidad de restaurar la prisión».
Este episodio es otro capítulo en la pista de la censura que comienza a mostrar sus garras en Brasil, la actitud del ex diputado de disparar a la policía es reprobable, pero es el resultado de una serie de acciones antidemocráticas y censura impuesta por el tribunal brasileño al incumplimiento de la libertad de expresión garantizada en la constitución brasileña.
Para entender mejor la historia el exdiputado fue detenido por sus dichos en redes sociales, así como el actual diputado Daniel Silveira quien en pleno cargo y haciendo uso de sus prerrogativas de inmunidad parlamentaria grabó un video y lo publicó en YouTube criticando al ministro y a la Corte Suprema.
El presidente Jair Bolsonaro habló sobre el episodio repudiando los discursos del señor Roberto Jefferson contra la ministra Carmen Lucía y su acción armada contra agentes de la Policía Federal.
Así también, lamentó la existencia de investigaciones sin ningún apoyo en la Constitución y sin la acción del Ministerio Público.
El mandatario brasileño también dijo que había determinado la ida del ministro de Justicia a Río de Janeiro para seguir el progreso de este desafortunado episodio.
La sombra de la censura comienza a percibirse en Brasil, se avecinan tiempos oscuros.
