Javier Milei, quien asumió la presidencia de Argentina este domingo 10 de diciembre, ha iniciado su mandato de cuatro años en la Casa Rosada. El ultraderechista resultó electo el pasado 19 de noviembre con el 56% de los votos.
Durante su primer discurso como mandatario, Milei describió un escenario económico catastrófico y anunció la inminencia de un ajuste sin gradualismos, destacando la falta de financiamiento al afirmar que «no hay plata». El presidente electo advirtió sobre la necesidad de un shock y ajuste, señalando que la herencia económica recibida es la peor en la historia del país.
Milei, en un ajuste fiscal que podría llegar hasta el 15% del resto, enumeró los problemas macroeconómicos actuales, como emisión descontrolada, déficit fiscal, control de cambios, altas tasas de interés, bajo nivel de actividad y alta inflación.
Además, alertó sobre la posibilidad de que la inflación alcance el 15,000% anual si no se toman medidas inmediatas, indicando que el Gobierno saliente dejó implantada la hiperinflación y una potencial pobreza del 90%. Insistió en que no hay solución alternativa al ajuste.
El nuevo presidente destacó la finalización de una larga historia de declive y el comienzo de la reconstrucción del país. Aunque optó por no dirigirse a los legisladores, a quienes considera parte de «la casta», reconoce que la gobernabilidad de su gobierno dependerá del apoyo de esa «casta», ya que se encuentra en minoría en ambas Cámaras del Parlamento.
La ceremonia de asunción fue inusualmente breve. Milei recibió la banda presidencial y, tras la jura de su vicepresidenta, Victoria Villarruel, dio por terminada la ceremonia. Posteriormente, rompiendo con el protocolo, se dirigió a la explanada del Congreso para dirigir un discurso a la multitud que lo esperaba.
La asunción de Milei contó con la presencia de varios mandatarios, incluido Santiago Peña de Paraguay, con quien ya había mantenido un encuentro previo. Alberto Fernández, presidente saliente, entregó formalmente el cargo a Milei, quien recibió la banda presidencial y el bastón de mando.
La ceremonia de traspaso comenzó a las 11:56 y, después de ser recibido entre cánticos de “libertad, libertad”, Milei juró como presidente «por Dios y por la patria sobre estos santos evangelios». Tras su juramentación, se trasladó a la Casa de Gobierno para recibir el saludo de los presidentes y expresidentes latinoamericanos presentes en la ocasión.