Este domingo, Argentina se prepara para una jornada electoral que se presenta como una de las más inciertas desde el regreso del país a la democracia hace 40 años. El candidato ultraconservador Javier Milei emerge como favorito tras su destacada actuación en las primarias de agosto. Mientras la atención del mundo se centra en las elecciones argentinas, en Paraguay se aguarda con especial interés el resultado de los comicios.

Las elecciones argentinas del 22 de octubre no solo determinarán al futuro líder de la nación, sino también el rumbo de un país que ha experimentado turbulencias políticas en la última década y, actualmente, enfrenta una aguda crisis económica con una inflación cercana al 140%. En particular, nuestro país, como vecino y socio estratégico, observa de cerca estos comicios debido a las implicaciones que tendrán en diversas cuestiones bilaterales.

Javier Milei, una figura ultraderechista, ha captado la atención de una amplia franja de la población argentina, especialmente entre los votantes jóvenes. Su plataforma se basa en la drástica reducción del Estado y la eliminación de impuestos. No obstante, se prevé que Milei no alcance el porcentaje necesario para ganar la presidencia en la primera vuelta. En ese caso, los dos candidatos más votados se enfrentarán en una segunda vuelta en noviembre.

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Sus principales rivales en esta contienda son Sergio Massa, del peronismo, y Patricia Bullrich, candidata de Juntos por el Cambio, representante del ala conservadora. Los otros dos candidatos con menores posibilidades son Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba, del Partido «Hacemos por Nuestro País», y Myriam Bregman, representante de la izquierda argentina.

Los desafíos que enfrentan en la actual coyuntura económica y política hacen que la elección sea aún más impredecible.

Repercusiones en Paraguay

En Paraguay, la atención se centra en cómo los resultados de estas elecciones influirán en las cuestiones pendientes con Argentina. Dos asuntos cruciales son el problema de la hidrovía y la renegociación del Anexo C del Tratado de Yacyretá.

Hidrovía Paraguay-Paraná

La hidrovía Paraguay-Paraná es vital para la economía de Paraguay, que depende en gran medida de la exportación de productos agrícolas. La gestión de esta vía fluvial ha sido motivo de tensión en la relación bilateral, con Argentina buscando un mayor control sobre la misma había comenzado a aplicar un peaje a las embarcaciones paraguayas, lo que generó un roce diplomático cuya resolución sigue pendiente. Las elecciones argentinas podrían influir en la postura futura del país vecino en torno a este asunto.

El Tratado de Yacyretá y su Anexo C

Otro tema importante es la renegociación del Anexo C del tratado de Yacyretá, un acuerdo de cooperación en energía hidroeléctrica que ha estado en un estado de limbo durante más de nueve años. Durante el mandato del expresidente Mario Abdo Benítez, no se lograron avances significativos en la soberanía energética necesaria para aprovechar plenamente la Central Hidroeléctrica Yacyretá en beneficio de nuestro país. A pesar de un acuerdo previo con Argentina, que fue plasmado en el Acuerdo Cartes-Macri y la Nota Reversal N° 2, que fue aprobado por el Congreso paraguayo, el Congreso argentino no lo ratificó.

Esta demora perjudicó a Paraguay al no permitir una tarifa ventajosa para la Ande y mantiene un statu quo, nueve años después del vencimiento del Anexo C, otorgando mayores beneficios para la Argentina. La compensación a Paraguay por el territorio inundado para la construcción de la represa, que asciende a más de 1.300 millones de dólares, es una cuestión que también sigue pendiente. Poco después de asumir la presidencia, Santiago Peña desató una crisis con Argentina debido a la demora de este último en el pago por el uso de la energía paraguaya.

Las elecciones argentinas de este domingo, con su resultado incierto, atraen el interés de Paraguay, ya que se sabe que la política que adopte el país vecino tiene un impacto directo en nuestra nación.