Fráncfort/Múnich, 2 sep (dpa) – Pasajeros varados, estudiantes desesperados y escaramuzas legales: la huelga de pilotos de todo el día paralizó hoy casi todas las operaciones de vuelo de la aerolínea alemana Lufthansa.
Alrededor de 130.000 pasajeros de más de 800 vuelos cuya salida estaba prevista desde los aeropuertos de Fráncfort y Múnich se vieron afectados. Lufthansa pidió a los pasajeros que no se desplazasen al aeropuerto, sino que optasen por una conexión ferroviaria o reservaran vuelos para otro día.
Con esta estrategia se pretendía conseguir un horario de vuelos normal y estable para el nuevo comienzo del sábado, según dijo un portavoz de la aerolínea en Fráncfort.
Según el sindicato de pilotos Vereinigung Cockpit (CV), que convocó a la huelga, solo se vieron afectadas las salidas de la compañía principal de Lufthansa y de Lufthansa Cargo desde los aeropuertos alemanes.
Las filiales Eurowings, Lufthansa Cityline y Eurowings Discover no fueron afectadas por la convocatoria. Lo mismo ocurrió con las subsidiarias extranjeras de Lufthansa, como Swiss, Austrian o Brussels.
Según el sindicato, los vuelos de Lufthansa desde puntos de partida no alemanes también iban a llevarse a cabo, siempre que los aviones y las tripulaciones estuviesen ya en el extranjero.
Según el jefe del departamento jurídico del portal «Flightright», Oskar de Felice, los pasajeros tienen derecho a reembolsos y posiblemente también a indemnizaciones de hasta 600 euros (unos 599 dólares) en caso de cancelaciones o retrasos graves de tres horas o más. La huelga no fue una circunstancia extraordinaria que escapara al control de Lufthansa, agregó.
En estos casos, la empresa debe ser responsable, según dictaminó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) el año pasado, añadió.
Lufthansa perdió hoy un recurso ante un tribunal laboral de Múnich para obtener una orden judicial temporal contra la huelga de pilotos en curso.
La aerolínea argumentó que la demanda de aumento de los salarios colectivos mediante una compensación automática por inflación era un objetivo de huelga ilegal. El tribunal no estuvo de acuerdo y la huelga no fue prohibida.
El tribunal subrayó que, aunque la demanda de los pilotos no estaba exenta de críticas, «Lufthansa debería haber expresado sus preocupaciones legales durante las negociaciones previas para que se pudieran mantener conversaciones sobre el tema».
La sentencia aún no es jurídicamente vinculante, y es posible recurrirla.
El sindicato convocó la huelga de pilotos el jueves por la noche después de que se rompieran las negociaciones del convenio colectivo con Lufthansa.
Según Lufthansa, las demandas del sindicato aumentarían los costes de personal en la cabina en un 40 por ciento, lo que se califica de poco razonable incluso sin tener en cuenta las consecuencias financieras de la pandemia.
En su última oferta antes de que fracasaran las conversaciones, Lufthansa propuso un aumento fijo de 900 euros (896 dólares) por piloto. Sobre la base de un plazo de 18 meses, esto habría dado lugar a un aumento del 18 por ciento para los que comienzan su trayectoria laboral y del cinco por ciento para los capitanes de mayor grado, según la aerolínea.
En julio, una huelga del personal de tierra convocada por el sindicato Verdi paralizó en gran medida las operaciones de vuelo de Lufthansa.
Se cancelaron más de 1.000 vuelos y unos 134.000 pasajeros tuvieron que cambiar sus planes de viaje. En la siguiente ronda de negociaciones, el sindicato consiguió aumentos salariales para los cerca de 20.000 empleados de tierra, que alcanzaron las dos cifras, especialmente en las categorías salariales más bajas.
El sindicato de auxiliares de vuelo Ufo quiere negociar para sus miembros en otoño. Declaró su «solidaridad expresa e incondicional» con la huelga.
