El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recibió al jefe de la misión de observadores de la OEA, el ex canciller paraguayo, Rubén Ramírez Lezcano, el 28 de setiembre pasado, y le expresó su temor sobre dos cosas: que la fiscalización de la OEA será difícil porque las urnas electrónicas no se podrá auditar y que si Luiz Inacio «Lula» Da Silva gana las elecciones presidenciales, éste no querrá continuar con Paraguay las negociaciones sobre Itaipú.
Télam digital publicó lo que Bolsonaro contó sobre su diálogo entre él y el diplomático paraguayo. Su fuente fue una grabación de video que el propio presidente brasilero divulgó por las redes sociales.
Bolsonaro le preguntó al paraguayo: «¿Qué viniste a hacer acá?», y después le explicó: «No se podrá fiscalizar las elecciones».
En el video, se le oye decir: «Yo le advertí (a Ramírez Lezcano) que, si un día Brasil cae, Paraguay puede caer, y no podemos renunciar a la hidroeléctrica de Itaipú».
A partir de ahí, Télam interpretó: Brasil y Paraguay iniciaron negociaciones en torno al tratado fundacional de la presa hidroeléctrica, una de las principales del mundo, que deberá ser revisado en 2023, cuando se cumplirán 50 años de su firma. El ganador de las elecciones presidenciales de Brasil asumirá el nuevo Gobierno el 1 de enero de 2023, por lo que será responsable del tramo final de la negociación con Paraguay, y Bolsonaro ha insinuado que Lula podría no querer revisar el tratado.
El mandatario agregó que le preguntó a Ramírez Lezcano: «¿Qué viniste a hacer acá?» y luego le dijo, «porque el sistema electoral electrónico está todo cerrado y dicen que las urnas no son auditables».
Luego dijo: «Le pedí (al jefe de la misión de la OEA) que hiciera un informe preliminar y le pregunté: si alguien denuncia fraude, ¿ cómo ustedes van a fiscalizar que hubo o no hubo?».
Así dejó Bolsonaro un desafío para el diplomático paraguayo que encabeza la misión de observadores de la OEA en Brasil.
