Paraguay debe seguir con atención lo que pasa en el mercado de los Estados Unidos, Europa y con los tigres asiáticos. Sin embargo, su potencial de crecimiento y necesidad de mejor relación también está en África, siendo su llave de ingreso el Reino de Marruecos. Este último dato es sencillamente porque el país ubicado en norte del continente africano viene teniendo una dinámica sostenida diferente a muchísimas regiones del mundo.
El desafío de calidad de vida tiene que ver con muchos factores internos, pero es innegable que a los buenos hechos de políticas internas nacionales debe sumarse la capacidad de gestión en materia de acuerdos y negocios internacionales. Durante el 2024, aunque poco se habla de eso, el continente africano creció en 3.5% del PIB. Un número importante sabiendo el momento difícil a nivel global, teniendo en cuenta, solo por citar dos casos, la guerra Rusia/Ucrania y lo que pasa entre Israel y Palestina.
En el caso de Marruecos, su desarrollo se percibe a simple vista. Esta es mi cuarta visita al Reino y cada vez que llego veo que el progreso no se detiene. No solo hay avance sin pausa en infraestructura y vida económica social, sino en la misma responsabilidad de cada ciudadano. Las calles y todo lugar público continúan destacándose por su limpieza, que no es solo por el cuidado de parte de los encargados del aseo, sino también porque no se tiran residuos ni se ensucian los espacios y las ciudades.
Definitivamente, toda América Latina tiene mucho que recibir como valor agregado en su decidida proactividad con Marruecos. Esta nación es la puerta amplia para ingresar a un continente que, por su lado, ya entiende igualmente que el desafío con los latinos, además del formal vínculo diplomático, es el mayor flujo comercial.
Tengo la fortuna de coincidir con el Ing. Luis Castiglioni, quien cumpliendo funciones como vicepresidente de la República y Canciller, gestionó de manera tangible a favor de Marruecos y Paraguay. Nuestro principal anfitrión es Oumaima Bijou, uno de los padres de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos Amigos de Marruecos (APLAM), tarea que llevó adelante junto con Adil Ourabai, director general del grupo mediático Rue20, vicepresidente del citado grupo de periodistas.