Este miércoles, el presidente de Ecuador Guillermo Lasso, firmó la disolución del Congreso de Ecuador con la rubrica de la llamada “muerte cruzada”. En tanto se realice la nuevas elecciones legislativas, el presidente podrá gobernar a sola firma, por medio de decreto-leyes de urgencia, según el decreto que ya oficializó.
La disolución anticipada de los poderes legislativos, popularmente conocida como muerte cruzada, es la facultad del presidente de la República como de la Asamblea Nacional para interrumpir el periodo de funciones de los legisladores y del jefe del Estado. Esto lleva a convocar a elecciones generales para la reposición de estos cargos en acefalía.
Si bien el congreso intentó activar este recurso el pasdo mes de junio de 2022, durante las protestas que paralizaron al país por 18 días, los congresistas no lograron los votos. Ahora, en medio del juicio político que impulsaba la oposición, Guillermo Lasso usó esta figura y marcó un precedente histórico al activar la “muerte cruzada” por primera vez.
Esta facultad se puede usar por una vez y durante en los tres primeros años de cuatro que dura el mandato y que ejercen simultáneamente el Ejecutivo como el Legislativo.
La Constitución ecuatoriana dice que el mandatario podrá invocar este recurso “cuando, a su juicio, (la Asamblea Nacional) se hubiera arrogado funciones que no le competan constitucionalmente, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional; o si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo, o por grave crisis política y conmoción interna”, esta última como fuera utilizado ahora por el presidente ecuatoriano.
Mientras se convocan a los nuevos comicios, el presidente podrá gobernar a través de decretos ley que deben someterse al control de la Corte Constitucional. Este miércoles, luego de decretar la disolución del parlamento, Lasso emitió el primer decreto ley en materia económica y tributaria.