La Cancillería paraguaya condenó, en la tarde de este sábado, el misil intercontinental de combustible sólido lanzado por Corea del Norte y afirma que el mismo es una amenaza para la paz. El gobierno norcoreano ya disparó 14 misiles balísticos de corto alcance y dos intercontinentales en el 2023. En 2022, lanzó unos 70. Todos esos operativos se hicieron sin notificaciones de seguridad marítima o de espacio aéreo.
El misil lanzado este 14 de abril se llama Hwasong-18, un arma que teóricamente puede alcanzar EE.UU. y que, según Corea del Norte, es mucho más eficiente y difícil de detectar en comparación con los proyectiles de largo alcance que Pionyang poseía hasta ahora. Corea del Norte se ufana de su producción de misiles hasta exhibe en los desfiles (foto).
El comunicado:
«El Gobierno de la República del Paraguay, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, condena el lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM) por la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) el 14 de abril de 2023.
El Paraguay observa con suma preocupación esta acción, que constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales, así como una clara violación del Derecho Internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Igualmente, reitera que la República Popular Democrática de Corea, como Estado parte de las Naciones Unidas, tiene la obligación de suspender los lanzamientos de misiles balísticos y desistir de actividades de esta naturaleza, acogiéndose a lo establecido en las resoluciones del Consejo de Seguridad, con el fin de avanzar hacia una convivencia pacífica entre los países de la región».
También EUA
Estados Unidos condenó este jueves “enérgicamente” el lanzamiento de un “misil balístico de largo alcance” por parte de Corea del Norte, afirmó la Casa Blanca.
“Esta lanzamiento constituye una violación flagrante de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aumenta inútilmente las tensiones y corre el riesgo de desestabilizar la seguridad en la región”, señaló Adrienne Watson, vocera del Consejo de Seguridad de la presidencia estadounidense.