Google fue condenado a pagar 10.000 euros por no borrar rastros de un indultado. Un tribunal de Barcelona, España, condenó al multinacional luego de que un hombre, el beneficiado por el fallo, haya demostrado de que sus datos no fueron borrados del buscador, pese a que lo ha solicitado. La indemnización fue por daños morales y por intromisión al honor.
La sentencia fue dictada por la Audiencia de Barcelona que dio la razón parcialmente al demandante que había solicitado 51.200 euros de indemnización. El fallo obliga a Google a retirar toda la información personal de sus indexaciones y cachés, en los que salía publicado su indulto y a pagar la indemnización mencionada al demandante, según publica hoy INFOBAE.
La historia
El demandante ya protestó a Google hace años y ya pidió que borren sus datos. Luego, en el 2010, la Agencia Española de Protección de Datos instó a Google a retirar las informaciones de su índice y que imposibilite su acceso en el futuro. Tampoco pasó nada. Entonces, la denuncia llegó hasta la Audiencia de Barcelona que consideró el caso en 2014.
El demandante comprobó que su indulto aún se podía seguir consultando mediante los buscadores de Google, por lo que recurrió a los tribunales, que le dieron otra vez la razón, aunque modificó el pedido de indemnización. De 51.200 euros aprobó solamente 10.000 euros.
Los fundamentos
La Audiencia de Barcelona dice en su fallo que el olvido digital está regulado por normas comunitarias, que reconocen el derecho a obtener, «sin dilación indebida», la supresión de los datos «cuando ya no sean necesarios en relación con los fines para los que fueron recogidos o tratados, cuando se retire el consentimiento en que se basó el tratamiento o cuando la persona interesada se oponga al tratamiento», entre otros.
La sentencia también invoca la jurisprudencia del Tribunal Supremo español, que determinó que pese a que el tratamiento de los datos personales pueda ser «inicialmente lícito», puede «dejar de serlo con el tiempo».
Según la Audiencia de Barcelona, si bien los daños morales causados en este tipo de casos son «de difícil verificación y cuantificación», son también «reales»: «lo son claramente los derivados del desprestigio y deterioro de la imagen pública o la afectación a la dignidad e intimidad personal o familiar».
Google ya tuvo otro caso en EE.UU y negoció multa
Google había enfrentado una investigación de la Fiscalía de los Estados Unidos que había comprobado que el gigante tecnológico ganaba dinero mediante la invasión a la privacidad de sus usuarios. En este caso, había aceptado pagar pagar 391,5 millones de dólares por sus prácticas de seguimiento de ubicación relacionadas con la configuración de la cuenta.
Según los investigadores, con una “cantidad limitada de datos de ubicación” se puede conocer “la identidad y las rutinas de una persona y usarse para inferir detalles personales”. Al ser descubierto judicialmente, Google aceptó pagar la millonaria multa para evitar un juicio. No obstante, este arreglo o negociación fue solamente para Estados Unidos y no para el resto del mundo.