Tiempo de reflexión personal y de observar la vida en sociedad

La Navidad es tiempo ideal para la reflexión. Además de observar el mundo externo, es bueno el análisis personal. Los humanos somos proclives a cargar la responsabilidad social en otros, sin asumir que parte de la realidad es competencia de uno. Así las cosas, debe entenderse que el Paraguay actual es la suma y resta del comportamiento de cada ciudadano que es parte del pueblo.


Ya mirando lo que uno es, luego hay que pasar a ver lo que es la clase política nacional. Con poquísimas excepciones, lo que tenemos y lo que se viene en el 2023 auguran más de lo mismo. Debemos presionar desde cada rincón individual para que las cosas puedan mejorar. En la conducta y gestión de los políticos radican buena parte de la corrupción pública y esa nefasta pareja integrada por los gastos superfluos e ineficiencia del Estado.


Otro sector que tiene que ser atendido con rigurosidad es el sector empresarial. Hoy hacemos la carga sobre los supermercadistas, que terminarán ganando en demasía a costa de los precios abusivos que dejan caer sobre la mayoría de los consumidores. Eso no puede ser en Navidad. Ciertamente, hay empleadores que respetan el Código de Trabajo y reconocen a sus asalariados, como también existen quienes eluden el salario mínimo e ignoran el seguro social.

Unite al canal de La Tribuna en Whatsapp


Las dirigencias sociales son en alto porcentajes parias en el país. Hay más centrales obreras y sindicatos de membretes que trabajadores organizados. La corrupción sindical viene de años, con gremialistas tan nefastos como muchos de los políticos. Quiénes fungen de dirigentes campesinos no se salvan a la hora de sumar aplazados.

Las distintas iglesias, cada uno por su lado, cumplen con sus rituales desde sus respectivas perspectivas, sin embargo, mantienen mayormente atados al proclamado Dios en los interiores de los templos. Así las cosas, parecen cómplices de la corrupción y socias del deterioro de la calidad de vida de la población.


Hay mucho por decir y analizar. Sin embargo, es bueno asumir que cada quien debe entender su grado de compromiso y responsabilidad con la República. Es posible que desde ese estadio personal luego se pueda avanzar hacia la construcción de un mejor país, en donde cada sector social debe poner su cuota de aporte en positivo. El Paraguay tiene historia, tiene hoy un presente complicado pero también posee a favor un enorme futuro de progreso y desarrollo. ¡Todo depende de nosotros!.


¡Feliz Navidad para todos los lectores del diario La Tribuna, paz y bien para cada familia paraguaya!