Una real integración entre vecinos

La 54ª Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha sido el escenario de un importante avance en las relaciones bilaterales entre Paraguay y Argentina. La declaración conjunta emitida por los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, Rubén Ramírez y Diana Mondino, representa un compromiso claro hacia una mayor integración y desarrollo conjunto. Esta promesa de avanzar en múltiples aspectos de cooperación debe verse como una oportunidad invaluable para ambos países, que enfrentan problemas comunes y desafíos similares debido a su proximidad geográfica.

El compromiso de reactivar mecanismos bilaterales y promover proyectos de integración vial y digital, así como fortalecer la cooperación energética, son pasos positivos que deben celebrarse. La mención específica de la Entidad Binacional Yacyretá y la Hidrovía Paraguay-Paraná refleja la comprensión de ambos gobiernos sobre la importancia estratégica de estos recursos para el desarrollo económico y la prosperidad de sus pueblos.

Sin embargo, la historia ha demostrado que las declaraciones y promesas deben ser respaldadas por acciones concretas y sostenibles. La situación de Yacyretá, por ejemplo, ha estado en un limbo por más de una década, afectando negativamente más a Paraguay que Argentina, la mayor beneficiada con esta hidroeléctrica. Es momento de buscar una salida y encontrar un punto de coincidencia para avanzar y no seguir dando vueltas sobre el mismo problema. La voluntad política y el acuerdo de políticas internas son fundamentales para avanzar en ese sentido.

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La cuestión de la Hidrovía Paraguay-Paraná también requiere una solución urgente. El peaje impuesto por Argentina ha sido un punto de fricción, protestado repetidamente por Paraguay. Mejorar la eficiencia del transporte fluvial y asegurar una navegabilidad adecuada son esenciales para el acceso a mercados internacionales y para el desarrollo económico de la región. Las políticas perjudiciales no solo obstaculizan el progreso, sino que también van en contra del espíritu de cooperación que nuestros países deben fomentar.

Además, la facilitación del paso fronterizo y el intercambio de información para combatir el crimen transnacional son aspectos relevantes que no deben ser subestimados. La expansión del crimen organizado y sus efectos devastadores en la seguridad y el bienestar de la población son desafíos que requieren una respuesta coordinada y efectiva. La cooperación en seguridad, enfocada en la lucha contra el narcotráfico y el lavado de activos, debe ser fortalecida con medidas concretas y sostenibles.

La promesa de construir el gasoducto de Vaca Muerta a São Paulo, pasando por Paraguay, es otra muestra del potencial de cooperación energética que puede transformar la región. Este proyecto puede permitir a Paraguay aprovechar los yacimientos de gas natural que posee en el Chaco y que hasta ahora no han podido ser explotados por la falta de infraestructura.

Esta declaración conjunta entre Paraguay y Argentina constituye indudablemente un paso importante hacia una mayor integración y desarrollo mutuo. Sin embargo, para que esta promesa se traduzca en beneficios tangibles, es esencial que ambos gobiernos se comprometan a implementar las acciones necesarias, superando obstáculos históricos y adoptando políticas que beneficien a los habitantes de esta región de Sudamérica.