Una meta ineludible para el futuro del Paraguay

Foto: Agencia IP @IPParaguay

Nuestro país se encuentra en la actualidad con un escenario que ofrece condiciones económicas propicias para llegar al tan anhelado grado de inversión. La elevación de la calificación crediticia a BB+ por la agencia Standard & Poor’s, a principios de este año, presenta una oportunidad única para transformar el futuro económico de Paraguay. Sin embargo, para alcanzar esta meta serán necesarios enfrentar y superar ciertos desafíos que aún persisten.

La obtención del grado de inversión es mucho más que un simple reconocimiento financiero. Representa un sello de confianza y estabilidad económica que puede atraer inversiones, reducir los costos de financiamiento y promover un desarrollo sostenido. Es por ello que la calificación BB+ representa un indicativo de que el país se encuentra en el camino correcto. No obstante, hay factores que deben ser superados para llegar a la meta.

Para empezar, se debe trabajar en la consolidación de las instituciones. La transparencia y la lucha contra la corrupción no deben quedar en mera retórica. Deben ser pilares fundamentales sobre los cuales se debe edificar nuestra economía. Los inversores buscan seguridad y previsibilidad, y estas solo se logran a través de un marco institucional robusto y confiable. Esto solamente podrá lograrse mediante un compromiso serio nuestra clase política para poner por encima de los intereses sectoriales los altos intereses nacionales, y trabajar de forma coordinada en incentivar la transparencia en las instituciones, la rendición de cuentas y la lucha frontal contra la corrupción.

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Otro aspecto no menos importante es el fortalecimiento del capital humano. A pesar de los avances, aún enfrentamos deficiencias en educación y capacitación laboral. Desarrollar una fuerza laboral calificada no es solo una necesidad; es una obligación para mejorar nuestra competitividad en el escenario global.

Alcanzar el grado de inversión es una meta alcanzable, pero requiere de un compromiso decidido y acciones concretas. Paraguay tiene el potencial, pero debe actuar con determinación y visión. La recompensa es inmensa: un país con menor riesgo soberano, costos de capital reducidos, mayor confianza de los inversores y una integración más profunda en los mercados financieros globales.

Es momento de que todos los sectores de la sociedad paraguaya, desde el gobierno hasta el sector privado, trabajen juntos para construir un futuro económico sólido y prometedor.