La criptominería es una actividad que está instalada en el país y se viene debatiendo en diversos ámbitos las oportunidades y amenazas que representa este fenómeno en Paraguay. Ponemos al tapate el tema porque es una realidad que no podemos ocultar. Lo importante es tener mayor información sobre ella. La criptomoneda es un activo digital que emplea un cifrado criptográfico para garantizar su titularidad y asegurar la integridad de las transacciones, y controlar la creación de unidades adicionales.
Como todo, detrás de ella también está la delincuencia cibernética, que busca su forma de delinquir haciendo hasta copias e influir en las transacciones ilícitas. Todo hay que cuidar, más aún cuando las monedas no existen de forma física, sino se almacenan en una cartera digital. Cuentan con diversas características diferenciadoras respecto a los sistemas tradicionales. Hay discusión en algunos estados, porque no están reguladas ni controladas por ninguna institución y no requieren de intermediarios en las transacciones.
Las criptomonedas y la criptominería, efectivamente, requieren todavía un amplio debate en Paraguay. Hay que escuchar a todos los sectores y, sobre todo, sacar las ventajas que ofrece el país y lograr de ese modo mayores beneficios para la población. La nación guaraní se convierte en atractivo para inversores para la generación de criptoactivos, por el excedente y barata energía.
Para evitar toda especulación, hace falta una buena legislación que regule la actividad y que contemple todos los intereses. Hay que tener en cuenta que las mineras comienzan a dar fuentes de trabajo a la población joven y puede ser una vía para la transferencia de tecnología. Obviamente hay riesgos que pasa por comprometer el futuro del consumo de la energía limpia y renovable y el atractivo para las organizaciones criminales que operan por el anonimato que ofrecen las operaciones bajo esta modalidad, y que están buscando lugares para refugiarse.
