La falta de previsión parece ser una marca indeleble en la sociedad paraguaya, y lamentablemente, esta carencia se manifiesta incluso en las instituciones encargadas de velar por la seguridad social y la salud de los ciudadanos. En un reciente anuncio, el Instituto de Previsión Social (IPS) ha alertado sobre la posible escasez de medicamentos, una situación que, aunque no desconocida, resulta inadmisible dada la naturaleza misma de esta entidad.
El Dr. Carlos Morínigo, gerente de Salud del IPS, ha confirmado la preocupante situación: medicamentos esenciales para pacientes con condiciones crónicas como diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión y algunos de uso oncológico están comenzando a escasear en los depósitos de las farmacias del Instituto. Estos fármacos no son meros insumos; representan la línea entre la vida y la muerte para muchos asegurados de la previsional.
Es una historia que se repite, una historia en la que los familiares de los enfermos se ven obligados a hacer malabares financieros, apelar a la solidaridad o incluso desprenderse de sus bienes y ahorros para garantizar el acceso a los medicamentos necesarios. Es una situación desgarradora que pone en evidencia una vez más la falta de previsión y gestión adecuada en nuestras instituciones de salud.
El llamado del doctor Morínigo a las autoridades es urgente: se necesita celeridad en la reposición de estos medicamentos. Los asegurados del IPS no pueden esperar indefinidamente mientras sus vidas penden de un hilo debido a la negligencia administrativa y la falta de planificación. Es inaceptable que se les diga a los pacientes que no hay presupuesto para garantizar su salud y bienestar.
Es importante señalar que estas deficiencias no son meramente fortuitas, sino que son el resultado de una cadena de errores y una mala gestión que se arrastra desde administraciones anteriores. La falta de planificación en las compras, los pagos atrasados a los proveedores y una subestimación de la demanda de medicamentos por parte de los aportantes son solo algunos de los problemas que han llevado al colapso del sistema de salud del IPS.
El alto funcionario médico de la previsional ha sido contundente en sus declaraciones al afirmar que estas falencias son el resultado directo de la mala administración y la irresponsabilidad financiera que ha llevado al borde del colapso al IPS. Es hora de que las autoridades asuman su responsabilidad y tomen medidas concretas para resolver esta crisis.
La falta de medicamentos en el IPS no es simplemente un problema logístico, es una tragedia humana que pone en peligro la vida de miles de personas. Alguna vez se tiene poner fin a este via crucis. Los usuarios y aportantes merecen una gestión responsable y transparente, para garantizar que situaciones como esta no vuelvan a repetirse en el futuro.