La Unión Europea ha emitido en el año 2023 el reglamento 1115, el cual impone unilateral y arbitrariamente una serie de requisitos a los países del mundo a fin de, según dicen, regular el comercio de materias primas y derivados en la Unión Europea. Es conocida la postura ideológica asumida en los últimos años por varios países europeos, ideología que los ha llevado a esta práctica incompatible con la realidad en otros lados del mundo, así como con la cultura de naciones fuera de aquel pensamiento filosófico y manera de ver el mundo.
Paraguay ha asumido una posición firme ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), liderando el lanzamiento de una declaración para solicitar a la OMC abstenerse de imponer medidas ambientales con impacto en el comercio. Es un claro acto de defensa de los intereses económicos y soberanía nacional, así como del trabajo de nuestros productores. El mundo necesita trabajo, requiere alimentos y abastecerse diariamente de bienes y servicios; aplicar el reglamento 1115 tal y como ha sido aprobado implicaría un cese considerable en la producción y abastecimiento, cuestión impensable para nuestro país eminentemente productor de materias primas, así como para el resto del mundo.
A estas alturas del desarrollo de la humanidad ya no hay cabida para un colonialismo ideológico. Imponer pautas basadas no más que en ideologías sesgadas es anacrónico y perjudicial la multiplicidad cultural que la propia Unión Europea profesa, más aún como cuando en casos como este, se asumen posturas sin respaldo científico certero. Por eso, es fundamental que nuestro país se mantenga firme en la postura asumida, haciendo saber que la soberanía nacional se defiende ante cualquier intento de atropello, en el sector y por el medio que sea.
Nuestro país debe abocarse a proteger su capacidad de comerciar en un entorno global cada vez más regulado en términos ambientales. Paraguay reconoce la importancia de la protección del medio ambiente, pero también busca equilibrarla con la promoción de su desarrollo económico y comercial. De esta manera será posible competir en igualdad de condiciones con otras naciones del mundo. Nuestra realidad, así como la de varios países alrededor del mundo es muy particular, y debe mantenerse ajena a las pretensiones de países desarrollados pero ideologizados de manera extrema, pues su objetividad se ha perdido.
La declaración liderada por Paraguay subraya la necesidad de garantizar que las medidas ambientales propuestas no se conviertan en barreras comerciales encubiertas que puedan afectar negativamente a la economía y al comercio internacional del país. Es un llamado a la OMC para que adopte un enfoque más equilibrado y transparente en la formulación de políticas ambientales que respeten los derechos y las necesidades de todos los países miembros, especialmente aquellos en vías de desarrollo como Paraguay.
Este acto de defensa de la soberanía nacional y de su derecho a determinar sus propias políticas ambientales y comerciales, sin imposiciones externas que puedan limitar su autonomía y desarrollo debe ser respaldada por todos los paraguayos de bien. Tener la capacidad de ejercer un liderazgo proactivo en el ámbito internacional, defendiendo sus intereses y los de otros países en desarrollo que podrían enfrentar desafíos similares en el escenario global no es tarea fácil, sin embargo será llevadera en la medida en que todos los sectores del Paraguay asuman la responsabilidad con el gobierno.