La Hidrovía Paraguay-Paraná, una ruta fluvial vital para el comercio y la conectividad en América del Sur. Nos preguntamos si nuestro país le saca el provecho suficiente. Si en verdad el Paraguay se beneficia en la medida que podría hacerlo de una ruta tan importante. Lo cierto y concreto es que según el informe del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, la hidrovía se ha convertido en un corredor estratégico para el narcotráfico internacional. A lo largo de sus extensos ríos, narcotraficantes han encontrado una vía discreta y efectiva para enviar drogas a diversos destinos en el mundo, desafiando los esfuerzos de control y seguridad.
Tal vez la extensión y complejidad de la Hidrovía dificultan la vigilancia y el control, facilitando el tráfico de drogas a través de embarcaciones clandestinas y rutas ocultas. La falta de una supervisión efectiva y coordinada entre los países ribereños ha exacerbado el problema, permitiendo que organizaciones criminales operen con relativa impunidad. Es irónico que hace pocos meses se había desatado un conflicto diplomático en relación con el peaje que Argentina intenta imponer a las embarcaciones, sin embargo nadie refirió este problema en el marco de aquellas negociaciones.
Debemos hacer respetar la hidrovía, de manera urgente. El uso ilícito de nuestros ríos y los puertos paraguayos representa una gran amenaza para la seguridad regional, y por supuesto también para el comercio. El informe revelador deja en evidencia la insuficiencia de los esfuerzos de control y cooperación entre los países involucrados. La acción conjunta y coordinada entre los gobiernos de la región será crucial para enfrentar esta problemática y tal vez dejar de lado disputas estériles.
Es imperativo combatir al narcotráfico que tanto daño ha hecho al Paraguay. Urge fortalecer los controles de los ríos, por donde circula no solo droga, sino todo tipo de bienes de contrabando. La cooperación internacional es clave, así como mejorar la inteligencia y la vigilancia. El gobierno deberá trabajar con nuestros vecinos en la implementación de medidas de control mucho más estrictas a lo largo de la Hidrovía. Además, se requiere una mayor inversión en tecnología y capacitación para las fuerzas de seguridad encargadas de proteger esta importante vía fluvial.
No se puede perder la guerra con los narcos. Después de décadas, los traficantes siguen golpeando a nuestro país; por esto, a lucha contra el narcotráfico en la Hidrovía Paraguay-Paraná debe realizarse a partir de una estrategia integral que aborde las causas subyacentes del problema, incluida la pobreza, la falta de oportunidades y la corrupción que alimenta la economía ilegal.
Paraguay, Brasil y Argentina son víctimas de este flagelo del cual no hay salida si no existe un enfoque integral y una acción concertada para contener y desmantelar las redes criminales que operan en esta vital arteria fluvial.