El gobierno de Santiago Peña ha anunciado una serie de iniciativas que podrían marcar un antes y un después en el sistema educativo del país. Entre las propuestas que han generado mayor expectación se encuentra el ambicioso proyecto de «Hambre Cero en las escuelas».

La idea de abordar la problemática del hambre en las escuelas puede ser una estrategia inteligente para mejorar el rendimiento académico y el bienestar general de los estudiantes. La falta de alimentación adecuada afecta directamente la capacidad de concentración y aprendizaje de los niños, y erradicar esta situación podría ser la clave para un progreso educativo sostenible.

Acompañando esta propuesta, el gobierno de Peña también ha anunciado un plan de refacción para alrededor de 1.300 escuelas, así como la eliminación de letrinas en más de 500 instituciones educativas. Estas medidas responden a la urgente necesidad de mejorar las condiciones estructurales y sanitarias de las escuelas en el país.

Unite al canal de La Tribuna en Whatsapp

El Ministro de Educación y Ciencias, Luis Ramírez, explicó que el presidente Peña ha tomado medidas concretas para abordar esta problemática. El Ministerio de Obras Públicas se encargará de las reparaciones mayores en 316 escuelas, mientras que las reparaciones menores serán responsabilidad de los municipios.

Ramírez también destacó la cruda realidad que aún enfrenta el sistema educativo paraguayo: alrededor de 500 escuelas carecen de instalaciones sanitarias adecuadas, utilizando letrinas o incluso careciendo por completo de baños. El compromiso del ministro de autorizar la construcción de baños para todas las escuelas durante el presente año es un paso crucial hacia el objetivo de «letrina cero». Este plan, aunque lleva consigo un plazo de ejecución hasta el 2024, refleja una determinación clara para mejorar las condiciones básicas de los centros educativos.

En este largo proceso democrático pasaron varios gobierno y se escucharon muchos discursos sobre la educación. La realidad es que esta área todavía permanece relegada y olvidada y los resultados de las evaluaciones nacionales e internacionales están a la vista. El producto de nuestro sistema educativo es deficiente y precario.

Es de esperar, que la administración de Peña rompa con esta letanía de promesas y concrete los planes anunciado. El gran legado de su administración podría ser la verdadera transformación del sistema educativo en Paraguay. Con escuelas en condiciones adecuadas, alimentación escolar asegurada y un enfoque en la calidad educativa, el resultado se verá en las generaciones de egreados de nuestras instituciones y su gestión será recordada como la gestora del cambio.