De todas las entrevistas que figuran en la agenda del coordinador Global Anticorrupción, Richard Nephew, posiblemente, la más importante sea la reunión con los miembros del Tribunal Penal. Sin entrar en juicio de valor ni hacer suposiciones electoralistas, decimos que los Estados Unidos no querría caer en el mismo error que pasó con el ex presidente de la CONMEBOL, Nicolás Leoz, cuya extradición fracasó. Eso en el caso que haya alguna solicitud similar en el futuro.
Recordemos que en el caso Leoz (En ese tiempo con 86 años), la Cancillería recibió el pedido de extradición del ex presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Fue acusado por la Justicia norteamericana de organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero, entre otros. La solicitud norteamericana fue admitida por el juez José Delmás, pero luego no avanzó y quedó, con argucias y chicanas de por medio, en los cajones judiciales.
Uno de los argumento para la negativa a la petición lo había hecho su abogado, Ricardo Preda. Éste dijo que el pedido no podía prosperar por la condición de salud del acusado. «Leoz tiene avanzada edad y una salud precaria que con el tiempo se va agravando», declaró a la prensa. Lo cierto es que ese encargo, aunque no se haya dicho con claridad, fue un fiasco para los Estados Unidos. Una potencia como norteamericana cree que no puede permitir que un país chico, Paraguay, sea renuente a un reclamo como ese.
Por el mencionado precedente, probablemente, Nephew tenga como misión, entre otras cosas, monitorear el ambiente en caso de interés para una venidera demanda sobre alguna figura que sea objetivo de los Estados Unidos. Se podrán justificar las demás reuniones que tendrá. Obviamente, todas tienen su parcela de importancia. Sin embargo, la reunión con el Tribunal Penal de la Corte Suprema de Justicia no pasa desapercibida para el buen observador.
Por eso, el encuentro con los ministros Manuel Dejesús Ramírez Candia, María Carolina Llanes Ocampos y Luis María Benítez Riera, según Acordada N° 1619, de fecha 16 de febrero de 2022, como integrantes de la Sala Penal de la máxima instancia judicial, puede resultar uno o el motivo principal de la llegada del enviado de Joe Biden. El otro encuentro de valor sería la reunión con referentes de la sociedad civil, que por medio de las ONGs recibe mucho dinero, pero sin capacidad de articular una campaña a favor de la sociedad paraguaya. (De eso hablaremos en próximos editoriales).
Hoy nos concentramos en la agenda Nephew y el Tribunal Penal. Es que los Estados Unidos no pueden correr la misma decepción que sucedió con el caso Leoz. Solo que un hipotético pedido de extradición podría abarcar otros rostros, no sólo a los ya citados como «significativamente corruptos». Eso atendiendo que Nephew viene con una política definida por Joe Biden, que es la necesidad de la rendición de cuentas, que alcanzará también a quienes dejan el poder en el 2023.