Hacia una verdadera integración

Argentina podría otorgar a China la explotación de la Hidrovía, una joya con la que sueña Beijing.

El 26 de marzo de 1991 Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay firmaron el Tratado de Asunción, sentando las bases para la creación del Mercado Común del Sur (MERCOSUR). Sin embargo, 31 años después, la efectiva integración regional sigue siendo un sueño distante para muchos ciudadanos de estos países, que enfrentan obstáculos y dificultades solamente para cruzar de un país a otros en los pasos fronterizos.

Durante los días 23 y 24 de enero se realiza en Asunción una reunión de cancilleres del MERCOSUR, con el tema principal del acuerdo con la Unión Europea en la agenda. El encuentro es una oportunidad crucial para abordar no solo las cuestiones comerciales, sino también los desafíos internos que obstaculizan la verdadera integración en la región. Uno de los temas espinosos que deben abordarse es el bloqueo que sufre Paraguay por parte de Argentina, que impuso un peaje ilegal a las embarcaciones paraguayas en la hidrovía.

Durante el gobierno anterior en Argentina, el tema quedó en standby, pero con la administración actual de Javier Milei, que aboga por la libertad y el libre comercio, se presenta una oportunidad única para desterrar este injusto peaje al comercio paraguayo. La hidrovía es de vital importancia para los países del MERCOSUR, y cualquier obstáculo impuesto por uno de los miembros afecta directamente la prometida integración regional.

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Es cierto que el acuerdo con la Unión Europea es de importancia capital para el bloque, pero la agenda de los cancilleres también incluye «la profundización de los mecanismos de integración». Este es el momento oportuno para que Paraguay coloque en la mesa de discusión el bloqueo que enfrenta y busque una solución conjunta y definitiva. La verdadera integración no solo debe quedarse en expresiones de deseo y discursos, sino que debe traducirse en acciones concretas que beneficien a todos los ciudadanos del MERCOSUR.

Después de tres décadas desde la firma del Tratado de Asunción, es imperativo que se noten avances significativos en la integración regional. Los ciudadanos no deberían seguir soportando tediosas filas y humillaciones al cruzar las fronteras vecinas. El MERCOSUR debe trabajar en conjunto para eliminar las barreras que impiden la libre circulación de personas y mercancías, fortaleciendo así la cohesión y la prosperidad compartida.

En este momento crucial, los diplomáticos del MERCOSUR tienen la responsabilidad de demostrar su compromiso real con la integración regional, superando las diferencias y resolviendo los problemas internos que han persistido durante demasiado tiempo. Solo mediante acciones concretas se transformarán las expresiones de deseo en una realidad palpable para los ciudadanos de la región.